Asunción, IP.- Portugal derrotó por 2-0 a Gales y es el primer finalista de la Eurocopa. Los lusos marcaron en los momentos precisos para quedarse con la victoria y a esperar del rival que saldrá del partido entre el anfitrión Francia y Alemania.
Cristiano Ronaldo detuvo la historia durante unos segundos. Fue el tiempo que tardó en dar el gran salto que metió a Portugal en la final de una Eurocopa.
Dicen que los hombres no vuelan, pero Cristiano niega las leyes físicas. Se mantuvo en el aire y, allí, protagonizó un testarazo para la eternidad del fútbol portugués, que necesita ganar de una vez por todas. El cabezazo que se llevó Gales fue tremendo. Bale y los dragones no lograron recuperarse de tal salvajada.
El partido lo sentenció el propio Cristiano tres minutos después. Gales ya estaba en la lona y lo remató. Quiso disparar y su chut con la derecha se convirtió en una asistencia para Nani, que estaba con la caña que se llevará a la capital del Turia. El resto estaba bien escrito. Por Cristiano, claro. Portugal se aupó en su espalda para jugar la final.
Portugal y Gales jugaron entre dos gigantes, pero Cristiano hizo sombra a Gareth. Su duelo estuvo igualado a los puntos hasta que el 7 apareció al comienzo de la segunda parte.
Todas las armas del himno las llevaba su capitán. Gales, sin Ramsey, buscó la carrera de Gareth, que estuvo solo ante el peligro. Cada arrancada aterrorizó a los defensas portugueses hasta que llegó la calma con CR. No estaba Pepe, y eso eran palabras mayores.
Lo que ocurrió fue previsible hasta que se abrió el marcador. El partido iba a ser un ejercicio de paciencia. Hasta que llegó el gol. Se esperó el momento como uno espera algún día jugar una final de la Eurocopa. Y la jugará Portugal por obra y gracia de su grandioso futbolista.
No se recuerda ninguna gran ocasión en la primera mitad. Cristiano pidió un penalti que pudo pitarse. A Collins, que agarró del cuello al 7, le faltó sacarse el móvil del bolsillo y hacerse un selfie. Al límite del descanso, se perdió un cabezazo de Cristiano. Era un aviso.
En la otra área, avisó el 11, evidentemente. En un córner ensayado y con una cabalgada que finalizó con un disparo que probó las manos firmes de Rui Patricio. Había que amagar. El golpe ya llegaría. Pocas son las precauciones cuando los torneos llegan a su final. Pero El Bicho es incontrolable.
Llegó su hora en el minuto 50 a la salida de un córner que se sacó en corto y en el que acabó centrando Guerreiro. Gales topó con el testarudo Cristiano, cabezón hasta que cuelgue las botas. En tres minutos había solucionado el partido y el pase a la final.
Coleman quiso reaccionar metiendo delanteros, pero no hubo manera. Ni Bale logró romper el orden establecido por Cristiano Ronaldo. Está en Francia para conquistar Europa con Portugal. A las armas en París.