En nombre del amor y la vida pacientes con cáncer dieron el «si quiero»

    Asunción, IP.- “El amor todo lo puede”, esa es la frase utilizada por las seis pacientes con cáncer que este viernes formaron parte de la boda comunitaria en homenaje a la vida y al amor. Las mujeres se mostraron visiblemente emocionadas y afirmaron que el afecto de los allegados es lo más importante para afrontar la lucha contra esta enfermedad.

    Hoy es un día emblemático para las seis parejas de enamorados que dieron el “sí acepto” para sellar su amor, en el Instituto Nacional del Cáncer, y que desde hace años vienen afrontando una difícil batalla contra el cáncer.

    La celebración es un homenaje a la vida y al amor, dándole un rostro humano a la enfermedad,  resaltando que esta experiencia no está solo hecha de sufrimiento o dolor, sino que es una oportunidad para afrontar circunstancias adversas de la vida con actitud positiva, fortaleza y serenidad.

    El director general del Instituto Nacional del Cáncer (Incan), Julio Rolón Vicioso, señaló que “el componente biológico y social es muy importante, y el último lo es mucho más para los pacientes con cáncer en especial en aquellos que están en etapa terminal, donde la medicina pasa en un tercer o cuarto plano”.

    Rolón Vicioso destacó que rescatar y afianzar los lazos afectivos es fundamental para sobrellevar este tipo de enfermedad, teniendo en cuenta la dura batalla que deben afrontar las pacientes.

    “Se tiene un componente emocional muy fuerte porque uno ve, conoce, desde el punto de vista médico, las expectativas de vida que hay detrás de todos ellos. Este momento en particular debería servir para una llamada de atención para todo el país en el sentido de que se deben mancomunar esfuerzos dejando de lado aquellas cosas que no son importantes y disfrutar de la vida de la mejor manera posible, siendo felices”, expresó el profesional médico.

    Sixta Almeida, una de las novias y paciente con cáncer, dijo estar muy emocionada por el gran paso que está dando, ya que en la vida todo tiene su tiempo. Refirió que antes no pensaba en la posibilidad de  contraer matrimonio.

    Comentó que su padre vino a acompañarla desde el distrito norteño de Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay.

    “Soy paciente del Instituto Nacional del Cáncer desde hace ocho años, estoy muy feliz y emocionada. Hice muchísimas amigas dentro del hospital y somos muy bien tratadas por toda la gente, tanto médicos, enfermeras, por todo el personal”, detalló.

    La boda comunitaria personal y capellanía estuvo organizado por el Instituto Nacional del Cáncer y la Asociación de Mujeres de Apoyo Contra el Cáncer de Mama  (Amacma), actividad del que participaron amigos, familiares de los novios, médicos y personal del mencionado nosocomio.