Taipéi.- El Gobierno y el pueblo de Taiwán creen firmemente que su participación sería beneficiosa para todo el mundo, especialmente ahora que la ONU está pidiendo la implementación universal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), afirma en un artículo el ministro de Relaciones Exteriores de la República de China (Taiwán), David Tawei Lee.
El representante diplomático de la isla sostiene que la ausencia de Taiwán de los espacios de la Organización de las Naciones Unidas únicamente continuará paralizando la efectividad de este esfuerzo global para el alcance de los ODS.
“Taiwán puede hacer mucho para ayudar al mundo a construir un futuro más sostenible. El pueblo de Taiwán necesita que la comunidad internacional apoye sus aspiraciones y su derecho a un trato justo por parte de la ONU. Por lo menos, que dejen de cerrarnos las puertas”, pide el ministro taiwanes al denunciar un trato desigual en el ámbito del foro mundial.
Según Tawei Lee, la universalidad de los derechos humanos que la ONU proclama no se extiende a Taiwán y a sus 23 millones de habitantes, ya que en mayo de este año, a Taiwán se le negó la asistencia a la 70ª Asamblea de la Organización Mundial de la Salud, habiendo participado como observador en los ocho años previos de manera consecutiva.
“El brillante resplandor de estos ideales (libertad, igualdad y diversidad) se ha empañado en años recientes dado que a un número cada vez mayor de taiwaneses se les ha impedido entrar a los territorios de la ONU, discriminados simplemente por su país de origen”, denuncia.
Lamenta además que esta situación se da a pesar de que, durante años Taiwán viene compartiendo sus experiencias ayudando a sus socios a desarrollarse y crecer en áreas como la protección medioambiental, la medicina y la salud pública, la agricultura, la educación y las tecnologías de la información y la comunicación y ha invertido en la ayuda médica y humanitaria internacional, beneficiando a millones de personas en todo el mundo con más de 6.000 millones de dólares.
En la actualidad, Taiwán está trabajando en su primer Informe Nacional Voluntario, que documentará muchos de sus logros concretos con relación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Asimismo, Taiwán ha estado impulsando la energía y la economía verdes, con el objetivo de elevar la proporción de energía renovable que se genera para el suministro energético del país a un 20 % para el 2025 – cinco veces el nivel actual -, reduciendo al mismo tiempo las emisiones de carbono para el 2050 en al menos el 50 %.
“Como miembro de la Comunidad internacional, estamos comprometidos a continuar nuestra interacción y cooperación con nuestros amigos y socios y a mantener la paz, la seguridad y la prosperidad globales mediante una colaboración mutuamente beneficiosa”, ratifica.
Logros ignorados por la ONU
El ministro destaca además que gracias a los esfuerzos, arduo trabajo y el reconocimiento mundial, Taiwán ha logrado posicionarse como la 18ª mayor potencia comercial y la 11ª economía más libre del mundo, además ha desarrollado sus leyes y reglamentos en conformidad con las convenciones de derechos humanos de la ONU; y respecto a estar a la altura de los valores democráticos, Taiwán ha trabajado tan duro como cualquier otro país para avanzar en igualdad.
“En el año 2016, los taiwaneses eligieron por primera vez a una mujer como presidenta del país, y el 38 % de sus parlamentarios son mujeres. Taiwán es también hogar de una sociedad cuyas organizaciones cívicas se extienden constantemente por el mundo, siempre que ocurre algún desastre, los equipos de rescate de las organizaciones no gubernamentales de Taiwán están presentes in situ para proporcionar asistencia, con su dedicación y profesionalidad a la vista de todo el mundo”, añade.
El ministro insiste en las restricciones dentro del ámbito de la ONU ya que mientras que los titulares de pasaportes de la República de China (Taiwán) disfrutan de exención de visado y de otros tratos favorables de viaje en 165 países y territorios, lo cual muestra el respeto que los turistas, empresarios y académicos de Taiwán se han ganado en todo el mundo, sin embargo, ni siquiera pueden dar un paso dentro de la sede de la ONU.
“Durante años, los representantes de muchas organizaciones no gubernamentales de Taiwán relacionadas con los aborígenes, los trabajadores, el medio ambiente y los derechos de las mujeres se les ha prohibido la participación en encuentros y conferencias celebrados en la sede de la ONU en Nueva York y en el Palacio de las Naciones de Ginebra simplemente porque procedían de Taiwán. Del mismo modo, para la indignación de la comunidad periodística internacional, a los reporteros taiwaneses no se les permite cubrir las reuniones de la ONU en persona”.
Según el diplomático, estas medidas discriminatorias establecidas por burócratas de la ONU, dirigidas específicamente contra el pueblo de Taiwán, son inapropiadamente justificadas por medio de la invocación y el empleo erróneo de la Resolución 2758 (XXVI) de la Asamblea General de la ONU de 1971. Es importante recordar que esta resolución, aunque concedía un asiento a la República Popular China en la ONU, no abordaba el asunto de la representación de Taiwán y su pueblo en la organización; y mucho menos otorgaba a la República Popular China el derecho a representar al pueblo taiwanés.
“Es importante recalcar la realidad política de que la República Popular China no tiene ahora ni ha tenido nunca jurisdicción sobre Taiwán. En realidad, tal como lo demuestran las prohibiciones de acceso de los taiwaneses a la sede de la ONU antes mencionadas, la República Popular China ejerce más influencia en la ONU que en Taiwán”, concluye.