Rio de Janeeiro.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, garantizó hoy que mantendrá el programa de construcción de viviendas populares a pesar del recorte presupuestario que prepara para este año para corregir el déficit de las cuentas públicas.
Rousseff hizo su promesa durante una ceremonia en la que entregó 1.484 residencias en Río de Janeiro y aseguró que al final de su mandato, en 2018, el programa “Mi Casa Mi Vida” beneficiará a cerca de 27 millones de personas pobres.
“Aunque hagamos los ajustes que hay que hacer, quiero deciros que mantendremos el programa ‘Mi Casa Mi Vida’ en esta tercera fase. Vamos a mejorarlo aún más, aprendimos de lo que hicimos”, dijo Rousseff en su discurso.
La mandataria detalló que en los cinco primeros años del programa, que está en su segunda fase, se han entregado 2,1 millones de viviendas populares y actualmente hay otras 1,6 millones contratadas y en construcción.
En los próximos meses, el Gobierno pretende contratar la construcción de otros tres millones de viviendas.
“Vamos a dar pasos osados para atender a este problema inmobiliario, del acceso de la población a la casa propia”, aseveró la jefa de Estado.