La ola de calor sofocó a Europa con récords históricos en varios países

París.-Alemania soportó 41,6°C; Holanda, 41,7°C, y Francia, aún más: 42,6°C, con París hecha un horno. La ola de calor que sofocó ayer a Europa llevó a que en varios países se rompieran los récords de temperaturas máximas, lo que, según advirtieron los expertos, se vuelve cada vez más frecuente en la medida en que el planeta se calienta por el cambio climático.

Muchas ciudades europeas, acostumbradas a temperaturas moderadas y en las que el aire acondicionado es menos habitual que en países como Estados Unidos, soportaron como pudieron la intensa ola de calor, la segunda en menos de un mes.

París fue quizá la capital más afectada, ya que, según la agencia local de meteorología, la temperatura llegó a los 42,6°C a las 16.32 (hora local), un récord absoluto. Este verano, las fuentes de la capital se convirtieron en una atracción más, en las que miles de locales y turistas se bañaron para refrescarse del calor sofocante.

«Los récords de temperaturas constatados especialmente en las zonas urbanas no se habían producido antes y eso implica riesgos importantes tanto para los más frágiles como para los que gozan de buena salud y creen que pueden continuar sus actividades como siempre. Nuestros organismos no están habituados a estas temperaturas.

Hay que permanecer extremadamente vigilantes», alertó el primer ministro francés, Edouard Philippe, con corbata, pero sin saco y con la camisa arremangada, desde un campamento infantil en Seine-et-Marne, al que acudió acompañado de la ministra de Salud, Agnès Buzyn.

«Por encima de 37°C, nuestro cuerpo hace un gran esfuerzo para enfriarse y con esfuerzo físico aumentamos considerablemente el riesgo de que aumente la temperatura corporal», explicó Buzyn.

Desde la canícula de 2003 -la peor de la historia de Francia, que dejó 15.000 muertos-, las autoridades hacen hincapié en los riesgos para las personas vulnerables, sobre todo ancianos y chicos, pero este año extendieron las advertencias a toda la población.

Por su parte, la ministra de Transición Ecológica, Elisabeth Borne, llamó a los franceses a evitar al máximo los desplazamientos y a optar por trabajar desde casa, en caso de que fuera posible. La compañía nacional ferroviaria SNCF propuso anteayer que los viajeros que tenían previsto trasladarse al norte del país retrasaran o anularan sus planes hasta que la ola de calor culmine.