Asunción, IP.- La Fundación “Fútbol Más” se encuentra desde hace tres años en el país promoviendo la integración en comunidades vulnerables mediante el fútbol.
Actualmente el programa cuenta con más de 1.000 niños, niñas y jóvenes en los bañados Norte y Sur, el barrio Ricardo Brugada y el barrio San Fracisco, señaló su director Matías Prado.
“En las comunidades que ingresamos, trabajamos con una dupla de profesionales: del área del deporte (profesores de fútbol) y del área de las Ciencias Sociales (psicólogos, trabajadores sociales) con los que vamos construyendo estos espacios protegidos para la infancia”, detalló en entrevista con Paraguay TV.
La fundación, nacida en Chile, entiende al deporte como un vehículo de transformación social, un espacio de sana convivencia donde niños y niñas tengan las mismas oportunidades de desarrollo, explicó.
Durante las prácticas deportivas, se integran herramientas como el trabajo en equipo, la empatía, la autoestima y el fortalecimiento de distintas herramientas para el desarrollo social. “El balón es una muy buena excusa para fomentar valores positivos a los niños y niñas con las familias y los profesores” señaló.
Modalidad del juego
“En la comunidad sacamos la tarjeta amarilla o la roja a los que castigan habitualmente, a los que están acostumbrados a vivir en sociedades donde se valora mucho el castigo. En cambio sacamos la tarjeta verde a todo aquello que represente una valoración positiva, por ejemplo; una persona que al cruzarte con ella te regala una sonrisa o aquella que le cede el asiento a otra en el colectivo” comentó Prado al momento de indicar que esos son algunos ejemplos que se deben ir valorando como sociedad.
“Hoy día tenemos docentes, que usan esta metodología en las aulas, entonces cuando llega el día del encuentro, no juega el mejor niño o niña, sino aquel o aquella que acumuló más tarjetas verdes, ya sea porque asistió a clases, entregó todas sus tareas, etc. Lo mismo se aplica en la casa”.
En otro momento explicó que lo que tratan de transmitir con esta modalidad de juego – desarrollo de valores, es que los niños y niñas sean felices en un espacio protegido donde los derechos sean los que prevalezcan antes que cualquier otra cosa. “Si el niño o niña reúne las condiciones y se generan las oportunidades para convertirse en futbolista todos los vamos a aplaudir y seremos los hinchas número uno, pero lo primordial es que crezcan libres, con todas las capacidades educativas como sujetos responsables de la sociedad en la que vivimos”, enfatizó.