Denuncian que el papa no podrá escuchar a los sectores pobres de Paraguay

Asunción, IP– Grupos católicos y laicos expresaron este jueves su descontento porque el Papa Francisco, que estará en Paraguay entre el 10 y el 12 de julio, no mantendrá un diálogo con indígenas, campesinos y pobres urbanos.

De acuerdo con esos grupos, que mantuvieron una charla informativa frente a la Catedral de Asunción, la programación diseñada por la Conferencia Episcopal Paraguaya está organizada para que esos sectores asistan como meros espectadores a los actos papales. «Es una pena, porque la Iglesia tiene que escuchar, y no hay espacio para que el campesino paraguayo pueda expresar y hablar de los problemas que le aquejan», dijo a Efe el sacerdote Pedro Velázquez.

Añadió que los indígenas tampoco tendrán la oportunidad de hablar con Francisco, como en cambio sí lo hicieron con Juan Pablo II, en 1988, mientras Paraguay estaba bajo la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).

«También va a quedar oculto el problema indígena, que sigue sin resolver, en el que no se ha avanzado desde la visita de Juan Pablo II. No hay una institución que se encargue realmente de ellos, sigue el problema de sus tierras, su cultura, y su integración con sus particularidades en el resto de la sociedad», señaló el religioso.

También hizo mención a los pobres urbanos, especialmente a los que viven en el Gran Asunción, a quienes se refirió como campesinos del interior obligados a desplazarse a las urbes por la pobreza en el campo.

«El papa es una voz moral muy fuerte, y los pobres en Paraguay han sido muy humillados e ignorados», dijo.

Entre los actos que presidirá Francisco, está previsto que tenga una reunión con grupos civiles el 11 de julio en el estadio León Condou, en Asunción, al que asistirán, entre otros, representantes indígenas, de barriadas pobres, y del colectivo LGTB, que integra a lesbianas, gais, transexuales y bisexuales.

Sin embargo, Velázquez opinó que en esa reunión no existirá ninguna interlocución entre el papa y esos colectivos, que se limitarán a escuchar sus palabras. «No está preparada (la visita papal) para un encuentro real con el pueblo paraguayo, como sí lo está en Ecuador y Bolivia», afirmó Velázquez, sacerdote español que desde hace décadas trabaja en el Bañado Sur, uno de los barrios pobres de Asunción ubicados cerca de las riberas del río Paraguay.

No obstante, Velázquez indicó que la visita del papa va a servir para que los problemas sociales de Paraguay tengan eco en el exterior, y a la vez será muy importante para la Iglesia paraguaya. «Va a ser importante porque el papa va a decir qué Iglesia quiere, aunque ya lo sabemos: es una Iglesia que va por una vía diferente a la paraguaya», aseguró.

Esta semana, el papa Francisco se refirió en su encíclica «Laudato si» al «derecho natural a poseer un lote racional de tierra», así como a la necesidad de garantizar el acceso a «educación, créditos, seguros y comercialización» de productos para todos los campesinos de Paraguay. Lo hizo citando una carta pastoral de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), fechada en junio de 1983, en plena dictadura stronista.

Francisco es el segundo papa que visita Paraguay desde que lo hiciera Juan Pablo II y su estancia en Paraguay se enmarca dentro de una gira que antes le llevará por Ecuador y Bolivia.