París.- Un auto con al menos dos personas ingresó en una fábrica francesa de gas de la ciudad de Isere y produjo una explosión. El ataque tiene el sello del ISIS, aunque no fue reivindicado. Hay un detenido.
El ataque terrorista de origen fundamentalista islámico en una fábrica francesa de gas de Isere, a cinco horas de París y cerca de Grenoble, dejó una persona decapitada, una herida y la policía ha conseguido detener a quien sería el autor. Una bandera islamista negra fue abandonada en el lugar, junto con explosivos.
La cabeza decapitada, con inscripciones en árabe, fue encontrada en una grilla de hierro. Un signo que podría llevar el ADN de los actos que comete el Estado Islámico, cuando al menos 800 franceses se han ido a combatir con ellos a Siria e Irak.
Un automóvil ingresó, aparentemente con dos personas, en la fabrica de gas industrial licuado en Saint Quentin Fallavier, cercana a Grenoble y a la frontera con Suiza. Inmediatamente se produjo una explosión y la policía encontró un cuerpo decapitado en el lugar. Probablemente, al ser una fábrica de gas los terroristas la eligieron como objetivo para producir más víctimas.
En estos momentos, la policía está interrogando a alguien que cree que es el autor del atentado. No se sabe si hay cómplices en este momento.
El ministro del interior Bernard Cazenauve está viajando al lugar del atentado, que se produjo a las 10.50 hora francesas.
El presidente, Francois Hollande, abandonó la cumbre europea de Bruselas y está regresando inmediatamente a París en estos momentos. Hablará al país en las próximas horas.
Un vecino contó que “escuchó una fuerte explosión un poco antes de las 10. Los vidrios temblaron. Los bomberos y la policía llegaron inmediatamente. Nosotros nos encerramos y nadie nos ha venido a ver. Los bomberos están delante de nosotros”.
Este es el segundo atentado terrorista en Francia después de la masacre de Charlie Hebdo y el mercado korsher, cuando el país se encuentra en alerta máxima.