Rio de Janeiro.– Las escuelas de samba de Río de Janeiro, cada una con unos 4.000 bailarines y músicos fastuosamente disfrazados y exhibiendo majestuosas carrozas, asumieron el protagonismo del carnaval en Brasil para una nueva exhibición del que es considerado como mayor espectáculo del mundo al aire libre.
Si son los blocos (comparsas) los que garantizan la animación del carnaval de Río, ya que sus bandas musicales atraen a millones de personas para fiestas gratuitas en la calle, son las tradicionales escuelas de samba las que garantizan el espectáculo de una de las fiestas carnestolendas más famosas del mundo.
La fiesta ya se centra ahora en el Sambódromo de Río, el coliseo construido por el fallecido arquitecto Óscar Niemeyer. Pero el inicio de anoche fue tan solo para las primeras escuelas de samba que continuarán hoy su desfiles por esta pasarela de 700 metros rodeada de galerías con capacidad para 72.500.
Los desfiles de las doce escuelas del Grupo Especial, la primera división, se realizan tradicionalmente en las noches del domingo y del lunes del carnaval, y concentran la atención de todo Brasil y de millones de espectadores en todo el mundo que asisten al espectáculo por televisión.
Cada una de estos gremios, algunos de los cuales con hasta 5.000 integrantes y con gigantescas orquestas de percusión que pueden ser escuchadas a varias calles, tienen entre un mínimo de 65 y un máximo de 82 minutos para escenificar en un desfile en el sambódromo.
Viradouro fue la primera en desfilar anoche y que contó entre sus participantes con los tenistas españoles Rafael Nadal y David Ferrer, mostró en el sambódromo toda la influencia de los negros en la cultura brasileña.
Enseguida desfilaron Mangueira, la escuela de samba más popular de Brasil, y Mocidade Independente de Padre Miguel.
Las otras tres escuelas en la primera noche de desfiles del Grupo Especial son Vila Isabel, Salgueiro y la Grande Río. Hoy sigue la fiesta.