Asunción, Agencia IP.- En los talleres intramuros de la penitenciaría «Padre Juan Antonio de la Vega», el ajedrecista por muchos años, Omar Benítez Guetto, imparte clases de lo que considera «un deporte de la mente» para sus compañeros recluidos, a quienes también guía en la fabricación de trabajadas piezas de ajedrez con posibilidad de venta al exterior.
“El encierro físico no es un destino, es un paso de redención, de transición, de crecimiento para las personas porque equivocarse es aprender”, dice Omar Renato Benítez Getto (43) profesor de ajedrez que recluido en la Penitenciaría Padre Juan Antonio de la Vega hace seis años. Su pasión por esta disciplina la comparte solidariamente con sus compañeros de encierro con talleres de capacitación, torneos de competencia y hasta fabricación de juegos de ajedrez.
Ajedrecista desde los 8 años, atravesó su infancia y juventud en el colegio Salesianito y ya era un buen referente como jugador en la Escuela de Ajedrez de su institución. En 2014, cuando con un puesto público se dedicaba a la docencia llevando el ajedrez como deporte de la mente a escuelas, colegios y universidad del departamento Central a unos 1.400 niños y adolescentes sobrevino un grave suceso que lo puso tras las rejas.
Hoy empezó una nueva carrera de docente en el pabellón E Alta del Programa de Transformación Integral del citado penal de Emboscada con cursos de capacitación en ajedrez clásico. Las clases arrancaron en febrero y culminan en diciembre e incluyen además ajedrez matemático, caballito multiplicador, cubo rubik plano y scrabble. Asimismo, está organizando un torneo para los próximos meses.
Renato creó un proyecto pedagógico de deportes de la mente dinámico, similar a uno utilizado en Colombia, donde los jugadores de ajedrez y otros juegos mantienen movilidad parados y se alimentan sano mientras se divierten sobre las fichas. “Quiero inducir a desarrollar las mentes de mis hermanos, con hábitos de una vida sana. En Paraguay solo se busca formar atletas deportivos de élite para competición, que no es la esencia de lo mío”, indicó Renato.
Pero Getto como llaman a Renato sus camaradas, ha ido más allá y en los talleres de intramuro guía y supervisa a artesanos para fabricar los juegos con trocitos de palos de escoba que son hechos con sierras, cinceles, lijas, pegamentos y pintura. En menos de una semana estas verdaderas joyas están listas, se embalan en cajas con la marca “Late” y salen a la venta con un costo de G. 100.000 sobre pedidos al celular 0971345482.
La idea de dejar un legado con el enriquecimiento de una variante en el ajedrez empezó ya para Getto y será plasmado en un libro a publicar, donde las proezas de un juego cambien las vidas en particular de los jóvenes a modo que construyan un futuro y se aparten de las adicciones.