El coronavirus no da tregua en Sudáfrica y ya son más de 300.000 los casos y 4.400 los muertos

Sudáfrica. – La pandemia de coronavirus se esparce sin control por Sudáfrica, que en apenas tres semanas triplicó los contagios hasta sobrepasar los 300.000, casi la mitad de todos los del continente africano y por encima de los de los países europeos más afectados por la pandemia.

Los últimos datos entregados hoy por las autoridades sanitarias sudafricanas indican que el país suma 311.049 casos, de los cuales 4.453 acabaron en fallecimiento y 160.693 fueron ya dados de alta, informó la agencia de noticias EFE.

Estas cifras colocan a la nación austral africana no solo como la más castigada por la pandemia de todo el continente, acumulando alrededor del 46 % de los casos africanos, sino que la posicionan como la octava que más positivos ha registrado en todo el mundo.

Además, Sudáfrica se mantiene como el quinto país del mundo con más casos activos y solo India, Brasil y Estados Unidos están detectando en estas fechas más nuevos casos cada día.

Sin embargo, la tasa de letalidad de la enfermedad en Sudáfrica se mantiene en 1,43%, notablemente más baja que la media global, que está en torno al 4%.

El dato se hace evidente al comparar a Sudáfrica con el Reino Unido, por ejemplo, que posee diez veces más muertos que la nación africana pero menos casos. Algo similar ocurre si se compara a Sudáfrica con otros países europeos muy golpeados, como España o Italia, informó Télam.

El epicentro actual de la covid-19 en Sudáfrica -y, por tanto, en África- es la provincia de Gauteng, donde se sitúan Pretoria, la capital, y Johannesburgo, el corazón económico sudafricano.

Las tendencias preocupantes en el país se dejaban ver desde hacía meses, pero la pandemia explotó especialmente a raíz de la reapertura de la economía, el pasado 1 de junio.

Las predicciones de los máximos niveles de contagios, sin embargo, continúan aún lejos, ya que los expertos no vaticinan que el país empiece a doblegar la curva hasta el mes que viene.

«La tormenta está sobre nosotros», dijo el fin de semana pasado el presidente del país, Cyril Ramaphosa, en un mensaje dirigido a la nación en el que comunicó que el Gobierno reinstauraba algunas restricciones para tratar de paliar el avance explosivo del virus.

Se impuso un toque de queda nocturno y se volvió a prohibir la venta y distribución de alcohol, una medida con la que el Ministerio de Sanidad calcula que se evitarán unos 6.800 casos de atención médica por traumatismos, lo que aliviaría la carga del saturado sistema sanitario.

Pese a las preocupantes cifras, no obstante, el Gobierno de Ramaphosa descarta, por el momento, volver a un confinamiento duro como el que atravesó el país entre finales de marzo y comienzos de junio, con grave perjuicio para la economía.

Todavía no hay datos oficiales sobre el impacto que tuvo el confinamiento en la economía más desarrollada de África, si bien el equipo económico del Ejecutivo estima que este 2020 dejará la mayor crisis registrada en el país en casi un siglo, con niveles de déficit presupuestario y de deuda inusualmente altos.