Asunción, IP.- Una obra de arte hecha de frutos de la tierra, como el coco, el maíz y calabazas, en un conjunto al estilo barroco latinoamericano de la colonia, que representa la historia de nuestro país, fruto del mestizaje cultural paraguayo, es hoy el retablo del altar desde donde el Papa Francisco oficiar la misa central durante su visita apostólica a Paraguay.
Su construcción inició hace tres meses en el Taller de Molino de San Ignacio Misiones, tras la donación por parte de productores rurales de distintas zonas del país unas 32.000 espigas de maíz.
Durante esos meses, asistieron al taller a ver los avances de la obra, el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, el presidente de la República Horacio Cartes y destacadas figuras de todos los ámbitos.
Finalizado los tres meses, el retablo fue trasladado en caravana hasta Ñu Guazu, Gran Asunción, para el montaje final para el altar, desde donde el Papa Francisco oficiará la misa central, el próximo domingo.
Koki Ruiz, es el artista, a quien fue encomendada la enorme labor de realizar esta obra. «Por más de dos meses trabajamos 20 personas y para el montaje entre unas 30 personas, más la ayuda de muchísimas personas», resalta Koki.
«Esto es religiosidad popular, y eso hace que la gente participe, esa gente que pide una bendición, buenos deseos, de eso está lleno este altar», finaliza Ruiz.
Pero no solo es una majestuosa obra de arte con frutos, los 200.000 cocos que adornan el retablo, representa en el altar, la fe de un pueblo que espera con ansias la visita del santo padre, ya que cada uno, tiene en escrito en el un pedido de bendición, de buenos deseos e intenciones.
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