Asunción, IP.- Angelica Viveros, vicecoordinadora del Centro de Ayuda Mutua Salud para Todos (Camsat), expresó al Papa Francisco durante el encuentro que éste mantuvo con los pobladores del Bañado Norte, que los paraguayos sueñan con «una iglesia sencilla, comprometida, con pastores que sientan el dolor de su pueblo y que amen con amor preferencial a los pobres, campesinos y pobres urbanos».
“Queremos ser una iglesia profética que anuncia la palabra de Dios y que denuncia las injusticias”, expresó Viveros al denunciar que “en este país se ha instalado la política de la pobreza que excluye a los pobres y que nos hacen infelices”.
Señaló que justamente por ello sueñan con una iglesia paraguaya “sencilla, humilde y comprometida con los pobres, con pastores sencillos que se involucren en las luchas de sus pueblos, que sientan el dolor de su pueblo, que den voz a los excluidos y que amen con amor preferencial a los pobres, campesinos y pobres urbanos”
«Para nosotros ser Iglesia es sentir y tocar la carne doliente de Jesús en el pobre que vive excluido, en el niño de la calle, en el padre de familia sin trabajo, en las mujeres víctimas de violencia doméstica, en los jóvenes sin horizonte por la falta de oportunidades para estudiar y trabajar, en las personas enfermas graves que no tienen para costearse el tratamiento, en las familias recicladoras que sobreviven en la pobreza más extrema», dijo Viveros.
La representante del Bañado indicó al Papa que este encuentro les da la esperanza de que la voz de los más pobres sea escuchada. «Te pedimos mucha oración principalmente por los pobres que vivimos en los bañados y que cada día somos más porque los campesinos están siendo expulsados también de sus tierras», afirmó.
Finalmente agradeció la presencia del Santo Padre y le deseo fuerzas y éxitos en su misión pastoral y comprometió la oración de los bañadenses a su favor.
