Papa Francisco instó a ser «hospitalario con los que no piensan como nosotros»  

Luque, IP.-  Durante su homilía ante una impresionante multitud de  personas que se concentraron en Ñu Guasu, el Papa Francisco instó a los feligreses a aprender a vivir de otra manera, con otra ley, bajo otra norma.  Pidió a los fieles  a pasar, “a la lógica de la vida, de la gratuidad, del amor”,  así como a la hospitalidad con “el que no tiene fe o que no piensa como nosotros”.

Desde la tarde del sábado comenzaron a congregarse familias enteras provenientes desde distintos puntos del país y del exterior, para participar de la misa que ofreció Francisco ante miles de personas.

El Santo Padre instó a los fieles a dejar de lado la lógica del dominio, del aplastar, manipular,  y optar por  la lógica del acoger, recibir, cuidar, que según puntualizó son dos maneras muy diferentes de vivir.

“Cuántas veces pensamos la misión en base a proyectos o programas. Cuantas veces imaginamos la evangelización en torno a miles de estrategias, tácticas, maniobras, artimañas, buscando que las personas se conviertan en base a nuestros argumentos. Hoy el Señor nos los dice muy claramente: en la lógica del Evangelio no se convence con los argumentos, con las estrategias, con las tácticas, sino aprendiendo a alojar”, reflexionó el Papa.

Asimismo resaltó el valor de la hospitalidad y afirmó que “la Iglesia es la casa de la hospitalidad”.

Manifestó que se puede cambiar muchas cosas si se aprende el lenguaje de la hospitalidad, del acoger y dijo que se pueden curar muchas heridas y desesperanzas, en un hogar donde uno se pueda sentir recibido.

El Obispo de Roma exhortó por la hospitalidad con las culturas diferentes, de las cuales esta tierra es tan rica. “Hospitalidad con el pecador. Tantas veces nos olvidamos que hay un mal que precede a nuestros pecados. Hay una raíz que causa tanto pero tanto daño, que destruye silenciosamente tantas vidas. Hay un mal, que poco a poco, va haciendo nido en nuestro corazón y comiendo nuestra vitalidad: la soledad. Soledad que puede tener muchas causas, muchos motivos. Cuánto destruye la vida y cuánto mal nos hace”, agregó.

Mencionó que lo propio de la Iglesia, no es principalmente gestionar cosas, proyectos, sino aprender a vivir la fraternidad con los demás. Refirió que poner en práctica “la fraternidad acogedora es el mejor testimonio que Dios es Padre”.

En otro momento indicó “qué lindo es imaginarnos nuestras parroquias, comunidades, capillas, lugares donde están los cristianos, como verdaderas centros de encuentro entre nosotros y con Dios. La Iglesia es madre, como María. En ella tenemos un modelo. Alojar, como María, que no dominó ni se adueñó de la Palabra de Dios sino que, por el contrario, la hospedó, la gestó, y la entregó”.

“Debemos alojar como la tierra que no domina la semilla, sino que la recibe, la nutre y la germina. Así queremos ser los cristianos, así queremos vivir la fe en este suelo paraguayo, como María, alojando la vida de Dios en nuestros hermanos con la confianza, con la certeza que: El Señor nos dará la lluvia y nuestra tierra dará su fruto”, reflexionó finalmente.

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