Quito.- La Asamblea Nacional (AN, parlamento) de Ecuador aprobó la conformación de una comisión multipartidista, integrada por siete asambleístas pero solo un oficialista, para que investigue eventuales irregularidades en las empresas públicas a partir de denuncias periodísticas.
El Congreso votó darle un mes a esta nueva comisión para elaborar y dar a conocer un informe sobre la cuestión, disparada por unos audios que difundió el medio digital La Posta.
Ayer, el Gobierno de Guillermo Lasso le pidió la renuncia a todos los gerentes de las empresas del Estado -Petroecuador, Servicios Postales, la Corporación Eléctrica del Ecuador y la Empresa Nacional Minera, entre otras- para reorganizarlas.
La Fiscalía General, además, abrió una investigación para comprobar si existe una red criminal organizada para favorecer contratos y nombramientos, según el diario local El Comercio.
La comisión legislativa estará integrada por Pedro Zapata (Partido Social Cristiano), Rodrigo Fajardo (Izquierda Democrática), Diego Esparza (Partido Socialista), Mireya Pazmiño (disidente de Pachakutik), Viviana Veloz (Unión por la Esperanza), Gruber Zambrano ( Bancada del Acuerdo Nacional) -el único oficialista- y Augusto Guamán (independiente).
En un mes, la comisión debe realizar un informe de investigación y presentarlo al pleno de la Asamblea, con sus conclusiones y recomendaciones.
La creación de la comisión ocasional se votó pese a que la Comisión de Justicia ya adelantó comparecencias y llamados sobre el tema.
Lasso -que está ahora en Davos para participar del foro anual que se hace en esa ciudad suiza- también ordenó una investigación a la secretaría Anticorrupción y sostuvo que dispuso la entrega de información para confirmar que en su gobierno «no ha existido (…) ninguna ‘estructura criminal’ como la que falsamente se ha denunciado».
El día que se conoció la denuncia de la prensa, el 10 de este mes, el Gobierno afirmó en un comunicado que lucha contra «cualquier forma de corrupción» y remarcó que no tolerará delitos de «absolutamente nadie». Télam