Blinken resalta a su par de Nicaragua la «importancia del diálogo» tras liberación de opositores

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, anunció en las últimas horas que habló con su homólogo nicaragüense, Denis Moncada, sobre «la importancia del diálogo constructivo», tras la liberación de 222 opositores en el país centroamericano y poco antes que se informara la condena a un obispo que rechazó ser deportado a Estados Unidos junto al resto de los excarcelados.

«Después de la liberación ayer de 222 presos políticos nicaragüenses, hoy hablé con el ministro de Relaciones Exteriores nicaragüense (Denis) Moncada sobre la importancia del diálogo constructivo para construir un futuro mejor para el pueblo nicaragüense», afirmó a últimas horas del viernes el secretario de Estado en su cuenta de Twitter.

Estados Unidos afirma que la excarcelación fue una decisión «unilateral» del gobierno de Daniel Ortega y que la Casa Blanca se limitó a «facilitar el transporte de esas personas una vez liberadas».

Todos ellos tuvieron que firmar un documento diciendo que accedían a viajar «voluntariamente». Dos se negaron, entre ellos el obispo católico Rolando Álvarez, condenado ayer a 26 años de prisión.

El presidente de la Sala Penal Uno del Tribunal de Apelaciones, Octavio Rothschuh, leyó ante medios oficialistas la sentencia que declara «al acusado Rolando José Álvarez Lagos traidor a la Patria», además de hallarlo culpable de otros delitos.

«Por encontrarnos en presencia de un concurso real de delitos, las penas de prisión impuestas serán cumplidas en forma sucesiva, por lo que el condenado Rolando José Álvarez Lagos deberá de cumplir 26 años y cuatro meses de efectiva prisión», agregó Rothschuh, en declaraciones reproducidas por la agencia de noticias AFP.

Además, el obispo fue privado de su nacionalidad nicaragüense y de sus derechos ciudadanos a perpetuidad y lo multaron con 1.600 dólares.

Concretamente, el tribunal sentenció a Álvarez a 15 años de cárcel por menoscabo a la integridad nacional, cinco años por propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y de la comunicación, cinco años y cuatro meses por obstrucción de funciones agravadas y un año por desacato a la autoridad.

El prelado de 56 años está detenido desde agosto y la justicia estableció como «fecha provisional de cumplimiento de las condenas» el 13 de abril del año 2049.

«Lo anterior es sin perjuicio que el cómputo pueda ser reformado, aun de oficio, si se comprueba un error o cuando nuevas circunstancias lo tornen necesario», agregó el juez Rothschuh.

El obispo Álvarez, de 56 años y a cargo de la diócesis del departamento norteño de Matagalpa, fue acusado en diciembre por la fiscalía de delitos de conspiración «para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas» a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

El presidente Ortega afirmó el jueves que Álvarez rechazó marcharse con el grupo de 222 opositores excarcelados y expulsados del país que podrán permanecer en Estados Unidos por razones humanitarias durante dos años y recibirán asistencia médica y legal.

El mismo jueves, Washington calificó de «positiva y bienvenida» la decisión de Managua y añadió que se mantiene «firme en alentar pasos adicionales» para «restaurar las libertades civiles y la democracia para el pueblo nicaragüense».

Ortega negó que la masiva excarcelación haya sido resultado de una «negociación» con Estados Unidos, que ha impuesto sanciones a Managua por la represión después de las protestas antigubernamentales de 2018.

Entre los liberados y expulsados del país hay exaspirantes presidenciales, periodistas, excomandantes guerrilleros sandinistas, exministros y exdiplomáticos.