Asunción, Agencia IP.- En un contexto donde el consumo responsable cobra cada vez más relevancia, las tarjetas de crédito se convirtieron en una herramienta financiera fundamental. Su uso se incrementó en los últimos años, pero muchas personas aún desconocen cómo aprovecharlas correctamente y cuáles son los costos que pueden afectar su economía si no se administran con criterio.
La mayor ventaja de una tarjeta de crédito es la posibilidad de realizar compras y pagarlas a fin de mes sin intereses, siempre que se cancele el total del extracto antes de la fecha de vencimiento. Además, los bancos ofrecen cuotas sin interés en una amplia red de comercios, permitiendo financiar productos sin generar costos adicionales si se cumple con las condiciones pactadas.
Entendiendo las condiciones de la fecha de cierre y vencimiento
Un punto esencial es entender la fecha de cierre (cuando se genera el resumen mensual) y la fecha de vencimiento (plazo máximo para el pago). Si una compra se realiza justo después del cierre, se puede obtener hasta 30 días adicionales para pagarla, sin recargos. Esta estrategia de consumo planificado puede ayudar a manejar mejor los ingresos mensuales. Un ejemplo simple ayuda a ilustrarlo:
Supongamos que un usuario tiene una tarjeta cuya fecha de cierre es el 10 de cada mes y la fecha de vencimiento es el 25. Esto significa que todas las compras realizadas hasta el 10 de junio se incluirán en el resumen que deberá pagar el 25 de junio.
Sin embargo, si espera solo un día y realiza su compra el 11 de junio, esa operación se registrará recién en el resumen que cierra el 10 de julio y cuyo vencimiento será el 25 de julio. Por lo tanto, obtiene hasta 45 días para pagar esa compra, sin intereses, solo por haber esperado un día y hecho la compra justo después del cierre.
Este tipo de planificación puede ser una herramienta poderosa para mejorar el control de los gastos mensuales, sobre todo si se evita el uso del crédito como ingreso adicional y se prioriza siempre el pago total del resumen.
Programas de recompensas y promociones
La mayoría de las tarjetas ofrece programas de beneficios: acumulación de puntos, millas para viajes, reintegros (cashback) y descuentos en farmacias, supermercados, combustibles y más. Para aprovecharlos, es importante revisar frecuentemente las promociones activas en las aplicaciones bancarias o canales oficiales.
Costos adicionales: lo que hay que saber
Aunque las tarjetas pueden ser aliadas del ahorro, también existen costos asociados que muchos usuarios pasan por alto. Uno de los más comunes es el mantenimiento anual, que suele oscilar entre G. 100.000 y G. 600.000, dependiendo del tipo de tarjeta (clásica, oro, platinum, entre otras). Algunas entidades bancarias ofrecen exoneraciones de este cargo durante el primer año o si el usuario alcanza un consumo mínimo mensual o anual.
Otro costo habitual es el seguro de cancelación de deuda, que cubre el saldo pendiente en caso de fallecimiento o invalidez del titular. Este seguro representa un cargo mensual adicional que varía según el monto utilizado, generalmente entre 0,3% y 0,6%. Si bien puede ser útil, no siempre es obligatorio, por lo que se recomienda consultar si es posible renunciar a el en caso de contar con otra cobertura similar.
También existen otros cargos frecuentes que, aunque pequeños, pueden acumularse: el envío del resumen impreso en lugar de digital, la reposición de la tarjeta en caso de pérdida o robo, y especialmente el uso de cajeros automáticos para avances de efectivo, que no solo implican comisiones, sino también altas tasas de interés que se aplican desde el primer día, sin periodo de gracia.
Finalmente, uno de los costos más peligrosos para el usuario promedio son los intereses rotativos por pago parcial. Pagar solo el mínimo puede parecer una solución rápida, pero conlleva tasas anuales que pueden superar el 45% o más, generando una deuda acumulativa difícil de controlar. Lo ideal es pagar siempre el total del resumen para evitar intereses o, en caso de no poder hacerlo, solicitar un plan de financiación con cuotas fijas, que suele tener condiciones más claras y tasas más bajas.
Seguridad y control
El uso responsable también implica proteger la tarjeta contra fraudes. No compartir datos por redes sociales, activar notificaciones de compras y revisar el extracto periódicamente son hábitos recomendados. En caso de pérdida o uso sospechoso, es fundamental bloquear la tarjeta de inmediato a través de la app o el centro de atención al cliente.
Recomendaciones para un buen uso
Para un uso más informado y responsable, se recomienda leer detenidamente el contrato y el tarifario antes de aceptar una tarjeta, comparar las opciones disponibles entre distintos bancos y productos, y consultar sobre posibles exoneraciones de costos, especialmente en el primer año o por consumos mínimos. Además, es fundamental evitar utilizar la tarjeta como si fuera un ingreso adicional, ya que se trata de un crédito que debe devolverse.
Las tarjetas de crédito, bien utilizadas, pueden ser aliadas para organizar los gastos, aprovechar promociones y construir un historial financiero sólido. Pero mal administradas, pueden convertirse en una carga costosa. La clave está en la información, planificación y responsabilidad.