Asunción.- «Di un paso al costado, cualquier otro hubiera esperado a que lo saquen», fueron las palabras de Roberto Torres al anunciar su alejamiento de la dirección técnica del primer equipo de Cerro Porteño. El adiestrador deja así la entidad a la que le dirigió en 36 partidos, cosechando 25 victorias, 5 empates y seis derrotas, las últimas las más dolorosas, incluido el clásico, que terminaron por ratificar aquello de que los técnicos son hijos de resultados.
De los 90 puntos que tiene Cerro Porteño en el acumulativo de este año 2015, y que le darán la posibilidad de pelear los dos torneos internacionales continentales del 2016, fue bajo la dirección técnica de Torres, cuyo cargo lo asumirá en las últimas dos fecha su hasta el domingo ayudando, Gustavo Florentín.
«El presidente me dijo que estaba difícil que forme parte del proyecto del año que viene», indicó Torres a la radio 106.9 FM. «Di todo por la institución y estoy agradecido con el club. Ahora lo más conveniente es descansar y recuperarme del desgaste durante todo este tiempo», sostuvo en un tono dolido, pero satisfecho a la vez por el trabajo que le cupo en la entidad.
«La alegría más importante que tuve fue cuando salimos campeones, solo comparado con el nacimiento de un hijo», agregó el saliente director técnico que se mostró un tanto disconforme con la actitud de su hasta el fin de semana ayudante, Gustavo Florentín.