A través de los oficios muestran en Asunción historia no oficial de Paraguay

Asunción.- Varias exposiciones simultáneas sobre la historia y la evolución de los oficios en Paraguay ofrecen estos días en Asunción un recorrido por la historia no oficial del país suramericano, desde la época Colonial hasta el siglo XX, a través de las relaciones humanas que se establecían en función del trabajo.

Para la elaboración del relato de la historia social de Paraguay, los historiadores se basaron en los numerosos documentos, desde el siglo XVI hasta el XIX, relativos permisos para establecer oficios, pagos de impuestos y de salarios, que se pueden ver estos días en una de las sedes de la exposición «Mba’apo» (trabajar en guaraní), en el Archivo Nacional.

El director de la institución, Vicente Arrúa, explicó a Efe que la muestra pretende «salir del relato idílico» de la historia, basado en «los grandes hechos políticos, las guerras y los grandes personajes» para enseñar que, «en paralelo existía otra vida».

Los documentos, acompañados por antiguas herramientas, revelan la evolución y «diversificación» de los oficios típicos de Paraguay desde la época colonial hasta mediados el siglo XIX, con la aparición del movimiento obrero y los primeros sindicatos gremiales del país.

Detallan, por ejemplo, el auge que en los siglos XVIII y XIX tuvieron los maestros plateros, que «traían la plata de afuera y la vendían a las élites» locales, o como con la aparición del nuevo Estado independiente en 1811, se intensifica la burocracia y se establecen las «patentes» o permisos de oficio, cuyo fin último era «la recaudación de impuestos».

Uno de los oficios ya desaparecidos es el de los «mensúes» que, según explicó Arrúa, se dedicaban a la recolección de yerbas silvestres, especialmente el mate, que se sigue utilizando actualmente, para el tereré, la popular bebida paraguaya, aunque actualmente ya procede de plantaciones.

Tras la contienda de la Triple Alianza (1864-1870), que enfrentó a Brasil, Uruguay y Argentina contra Paraguay, las necesidades económicas del Estado le llevaron a vender las tierras públicas a grandes corporaciones, que «explotaban brutalmente» a los mensúes, que trabajaban en condiciones de «casi esclavitud».

Arrúa detalló que el mismo problema sufrieron los «obreros tanineros», que extraían el tanino necesario para curtir el cuero de los árboles quebrachos, típicos del Chaco paraguayo.

Los tanineros, que también fueron «explotados» desaparecieron en la década de los años 30 del siglo XX, cuando aparecieron nuevos químicos para curtir el cuero y, con el oficio desaparecieron también numerosas poblaciones del Chaco, que «pasaron a ser ciudades fantasma», comentó el director del Archivo.

También se pueden ver documentos que detallan, con nombres y apellidos, el pago del jornal a los obreros que construyeron la Catedral Metropolitana de Asunción en la primera mitad del siglo XIX.

De ellos se extrae, indicó Arrúa, que existía una «diferenciación de género» entre las labores que realizaba la mujer, centradas en «la destilación de aguardiente y venta de carne y de cigarrillos», y las que hacía el hombre, como la albañilería o la carpintería.

Así como el «especial» trato que en Paraguay recibían los esclavos africanos, ya que, principalmente dedicados al «servicio doméstico», había algunos que «podían desarrollar sus propios oficios y tenían negocios», con permiso, eso sí, de su amo, hasta la abolición de la esclavitud en 1870.

Arrúa añadió que, en el siglo XVIII «la población esclava suponía casi el 50% de los habitantes de Asunción».

También demuestran la relación, en el periodo colonial, de los indígenas con las autoridades españolas, ya que aunque no eran esclavos, «se veían obligados a ofrecer su fuerza de trabajo a los conquistadores» para pagar el «tributo» como súbditos de la Corona.

Además de la muestra documental, otras exposiciones en la Biblioteca Nacional, el Museo de Bellas Artes y la Casa de la Independencia, exploran la relación de los oficios con las mujeres, el arte y el movimiento obrero. EFE

Compartir: