Abandonan la cárcel campesinos que habían sido condenados por masacre de Curuguaty

Asunción, IP.- En la mañana de este viernes abandonaron la cárcel de Tacumbú tres de los campesinos condenados por la masacre de Curuguaty, ocurrida en junio de 2012, luego de que en la víspera la Cortes Suprema de Justicia anulara la condena.

Luis Olmedo, Nestor Castro y Arnaldo Quintana salieron por la puerta principal de la cárcel de Tacumbú en medio de cánticos, lágrimas y abrazos de sus familiares y activistas que llevaban seis años reclamando su liberación.

Los campesinos habían sido condenados en 2016 a penas de entre 18 y 20 años de prisión por su supuesta responsabilidad criminal en la muerte seis policías durante un procedimiento de desalojo en Curuguaty, donde también murieron 11 campesinos.

Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia anuló ayer jueves esta condena señalando que no existen evidencias claras para atribuir la responsabilidad personal de los acusados en los hechos, dando razón a la defensa que sostuvo esta tesis desde el inicio del juicio.

A su salida de la cárcel, Nestor Castro, afirmó que con la decisión de la Corte Suprema quedó comprado que ellos no fueron responsables del hecho criminal y reivindicó nuevamente que las tierras de Curuguaty pertenecen “al pueblo campesino paraguayo”.

Otro de los liberados, Luis Olmedo, manifestó que en estos seis años de prisión sufrieron muchos sacrificios y afirmó que se terminará de hacer justicia cuando los jueces que los condenaron vayan a la cárcel.

Rubén Villalba, condenado en principio a 30 años y beneficiado también con la resolución de la Corte, deberá sin embargo continuar en la prisión por tener condena en otra causa por invasión de inmueble. Sus defensores estiman que también podría salir libre en las próximas semanas, teniendo en cuenta que ya compurgó la mitad de la condena en esta última causa.

De este modo quedan en libertad todos los que habían sido condenados por la masacre de Curuguaty, episodio en el que murieron cinco policías y once campesinos en medio de un procedimiento fiscal policial para desalojar a labriegos que ocuparon tierras que pertenecerían al Estado.