Asunción, Agencia IP.- La propagación del virus en Alto Paraná es alta ya que la mayoría de los contagios, fallecidos e internados se da en este departamento del país, y probablemente la dimensión es mucho más grande de lo que se cree, aseguró el director General de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera.
“Probablemente la dimensión de Alto Paraná es mucho más grande, ya es luego grande con lo que vemos, y es mucho más de lo que creemos, teniendo en cuenta, que la mayoría de los muertos son de ahí y la mayoría de los internados son de ahí, así que me cuesta decir que tenemos controlado el tema”, señaló.
Consideró preocupante la situación, ya que la punta del iceberg que hoy se ve ahí es muy pequeña, y lamentó que aún no esté en funcionamiento el laboratorio para muestras covid-19 en esa zona del país, atendiendo que actualmente las pruebas tomadas en Alto Paraná se envían al laboratorio central o a Coronel Oviedo, retrasando el proceso de obtención de resultados. Esto ocasiona que haya gente que no se haga el test.
Mencionó que si bien el laboratorio estará listo para el viernes o el próximo lunes, cada día que no está se pierde, agregó que hay mucha gente que se queda en sus casas a cumplir la cuarentena sin realizarse la prueba.
En otro momento, el doctor Sequera, en entrevista con Radio Nacional del Paraguay, expresó que con el frío, hay otros virus y patologías que circulan con mayor facilidad, puesto que se da un aumento de casos de ACV, infartos, e hipertensión arterial; por consiguiente hay mayor demanda en terapia intensiva con este tipo de pacientes.
Igualmente, con el avance de la fase cuatro de la cuarentena inteligente en varias regiones del país, volvieron los accidentes de tránsito, donde aumentaron las atenciones en el Hospital del Trauma.
Así también se refirió al incremento en las compras de insumos médicos para testeos de covid-19, ya que se están movilizando las licitaciones y son más rápidas las adquisiciones.
“Siempre estamos sobre la línea, anteriormente faltaban hisopos, pero la adquisición fue en aumento, ahora el problema son los reactivos, ya que estamos a un par de semanas que se puedan agotar, esperemos se pueda solucionar lo más pronto posible, pero sí se está haciendo un esfuerzo» dijo.
«Además hay que tener en cuenta la logística internacional, en el mundo están faltando estos reactivos y se da en muchos países que se hacen muy pocos test por habitantes”, añadió.
Por otra parte, reconoció que el camino global es hacer una reingeniería de las actividades y que no se puede seguir parando la economía.
“No podemos estar esperando que se acabe el invierno con esperanzas que esto va a acabar, tampoco podemos estar esperando la vacuna, encerrados hasta tenerla ni con fronteras cerradas eternamente. Tenemos que aprender a abrir y a socializar a hacer reuniones con la gente, disminuir y minimizar los riesgos, ya que el riesgo nulo no existe, y pensar más a largo plazo de cómo va a ser nuestro nuevo estilo de vida, por lo menos para todo el próximo año”, enfatizó.
En cuanto al avance de los proyectos de vacunas que hoy existen dijo ser muy un poco optimista, puesto que no cree que las vacunas estén tan rápido y que cuando salgan éstas no serán perfectas ni buenas.
“Yo creo que va a pasar mucho más tiempo hasta tenerlas, son experimentos como todas las vacunas, hay que aprender a convivir con el coronavirus, así como sucedió con el HIV, que en los 80 se esperaba una vacuna para combatir el síndrome de inmunodeficiencia adquirida», dijo.
«Sin embargo hasta ahora no hay vacuna para ello y aprendimos a convivir con este virus, el riesgo no es cero, pero sabemos cómo minimizarlo y evitarlo, también hay varios proyectos que siguen estudiando la vacuna y un montón de tratamientos, así que esa es la salida”, acotó.