Asunción, Agencia IP.- Anita recibió este jueves el alta médica para regresar a casa luego de más de cien días de internación y de recibir en transplante un corazón, que le da la oportunidad de vivir con normalidad su vida.
La niña de seis años fue la paciente número 19 en recibir un transplante de corazón en el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, y la número 7 en estar conectada a un corazón artificial en espera del donante. En el caso de Anita, ella estuvo conectada al corazón artificial por más de 80 días.
El Dr. Marcos Melgarejo, Jefe de Cirugía Cardiovascular del Hospital Pediátrico, destacó que el caso de Anita constituye un éxito y una muestra del gran avance de la medicina paraguaya.
«Una niña que estuvo internada más de 100 días con una cardiopatía teminal que requería transplante, que no aparecía el donante adecuado para ella, por lo que el 1 de agosto hemos tenido que conectarla a un corazón artificial y estuvo conectada durante 80 días, realmente un tiempo récord, hasta que apareció el donante, se hizo el transplante y 15 días después volverá a su casa, y eso nos llena de satisfacción», dijo en conferencia de prensa este jueves.
Anita, que se sometió a una cirugía compleja y prolongada, debido al largo periodo que estuvo conectada al corazón artificial, puede hoy regresar a su hogar y empezar un periodo de cuidados requeridos hasta llegar a disfrutar de una niñez y una vida completamente normales.
Junto a ella, en la conferencia de prensa de este jueves, estaba Nahiara, otra niña que recibió también un transplante de corazón. En la remera que llevaba puesta Nahiara podía leerse «Donar óganos salva vidas. Seamos donantes», mientras que en la de Anita decía «Un corazón para Milan», en referencia al niño de 4 años que es ahora el siguiente paciente en lista de espera para un transplante de corazón.
«De nada serviría todo el conocimiento y los recursos médicos si no hay una conciencia y una cultura de la donación; tenemos que trabajar mucho en la concienciación para la donación», dijo el doctor Melgarejo señalando la «enorme dificultad de conseguir donantes, sobre todo en la edad pediátrica». Indicó que los donantes deben coincidir en el grupo sanguíneo con el paciente receptor del órgano, y que debe tener un peso aproximado igual o hasta 3 veces superior al peso del paciente.
El doctor Melgarejo remarcó que Nahiara y Anita «son ejemplo de la evolución que experimenta hoy en día la medicina paraguaya, porque ambas estuvieron conectadas al corazón artificial y que, a pesar de la gravedad de su enfermedad, están disfrutando del seno familiar».
En el pediátrico Acosta Ñu son más de 1.100 los niños y niñas ya operados del corazón y de ellos son 19 los que recibieron transplantes cardiácos. Igualmente, hasta el momento son 7 los niños y niñas que estuvieron conectados al corazón artificial, de los cuales 5 llegaron a ser transplantados.