Asunción, Agencia IP.- Dos libros que nos traen fragancias, sabores, matices de todos los verdes, sensaciones vívidas de “lo poco que resta de los bosque nativos”, nos presenta Urbano “Lalo” Palacios en Asunción. Como cineasta, sus relatos están llenos de imágenes donde el protagonista (quizás una inspiración autobiográfica) comparte su sabiduría indígena con el afán de que disfrutemos de la práctica de estos conocimientos.
Urbano “Lalo” Palacios, nació en Pedro Juan Caballero, capital del Amambay, en 1970. Es filósofo, antropólogo y cineasta. Estudió Filosofía y Antropología en la Universidad Nacional de Asunción. Participó de la película “Birdwatchers” del 2008. Tiene especialización en la Universidad de la Habana y en Trento, Italia, siempre dentro del campo de las Ciencias Humanas.
El viernes 1 de marzo, presentará sus obras “El libro de las Hierbas Preciosas” y “”El libro del Bosque” a las 16.30 en el Hotel Excelsior de Asunción.
Lalo vivió entre los indígenas de varios países, “Vi la íntima relación de los pueblos con las plantas, su entorno, con el bosque o con el resto del bosque que queda. Evidentemente cuando se va narrando, se va juntando los elementos de la observación. En mi peregrinar en cada pueblo he visto varias cosas que se han ido coagulando y han ido creciendo en este libro”, indica.
¿En qué consisten estas publicaciones?
Son dos libros que nos ayudan a descubrir una nueva visión del mundo. Es una colección de obras sobre la sabiduría popular. Esta saga, es ahora es un “bi-logia”. Estoy trabajando en cerrar la trilogía. Es una experiencia vivida en forma de descubrimiento, de cosas esenciales y sabidas, pero que en los últimos tiempos se van olvidando y desapareciendo. Quizás las nuevas generaciones ya no las conocerán. Ambos libros son un oasis de antiguas prácticas.
Has dicho que viviste en las comunidades indígenas…
Es así. Estas obras narran las vivencias y las sabidurías populares, recolectadas a través de mis trabajos como antropólogo, en comunidades indígenas y en el Centro Experimental de Recursos Medicinales (CERM) que es un sitio educativo-demostrativo-experimental de plantas medicinales, ubicado en Itacurubí, departamento de Cordillera, Paraguay.
¿Qué nos enseñan tus libros?
Es una obra de tolerancia absoluta a las manifestaciones de las diversas formas de vida, que está englobada en la cultura universal. En esa cultura estamos todos, la experiencia de este joven indígena, protagonista del libro, también va por ahí. Es un emotivo relato del choque cultural de la urbe y del campo, del bosque, de la selva, de lo primitivo, en tiempos de globalización.
¿Qué es el CERM que mencionaste?
El Centro Experimental de Recursos Medicinales (CERM) es un lugar de aprendizaje y experimentación, donde organizamos muchas actividades relacionadas a la naturaleza: Senderismo, charlas, cursos; reproducimos prácticas ancestrales utilizando recursos naturales o bio construcción. Promovemos el consumo de delicias nutritivas antioxidantes, productos sanos con ingredientes naturales; por ejemplo, la miel de Jate’i (Tetragonisca angostula) producida por las abejas nativas sin aguijón, o meliponidas.