Buenos Aires.-Sin el respaldo de la conducción de la CGT y con adhesión dispar del resto de los sindicatos, Hugo Moyano y sus aliados de la CTA, la izquierda y los movimientos sociales activaron este martes un paro de actividades con movilización a la Plaza de Mayo, en rechazo del rumbo económico de la gestión de Mauricio Macri .
La protesta, que carga con un fuerte sesgo opositor, fue convocada para exigir cambios al Gobierno, pero también para presionar a la cúpula cegetista a definir la fecha de una huelga general.
Moyano y sus aliados apuestan a paralizar parcialmente el transporte de pasajeros a pesar de que los gremios ferroviarios y el de los colectiveros advirtieron que no pararán. En la ciudad de Buenos Aires podría tener una repercusión mayor por la adhesión de los metrodelegados del subte. No habrá vuelos de cabotaje ni internacionales y estará afectada la actividad portuaria.
No habrá recolección de residuos ni transporte de cargas ni combustibles. Tampoco se dictarán clases con normalidad, ya que la Ctera, la confederación docente más numerosa del país, impulsa el reclamo.
Además, la izquierda y grupos piqueteros activarán cortes en los accesos a las grandes ciudades. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, advirtió que «no se van a permitir cortes de autopistas».
Carlos Acuña y Héctor Daer, los dos jefes de la CGT, tomaron distancia del moyanismo y dijeron que no es momento para activar un paro. Esgrimen varias razones. Una de ellas es que descartan que después de la huelga Macri modifique su plan económico. Frenan también el ímpetu sindical los descuentos salariales por la jornada de paro.
