Buenos Aires.-Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llega a Buenos Aires ante el propósito del Gobierno argentino de renegociar el préstamo de 44.000 millones de dolares que concedió la entidad multilateral, informaron a Sputnik fuentes del Ministerio de Economía.
«Llega hoy a Buenos Aires», confirmaron a Sputnik fuentes cercanas al ministro Martín Guzmán.
La delegación del Fondo, encabezada por el jefe de misión del FMI para Argentina, Luis Cubeddu, y la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, sostendrá varias reuniones con funcionarios del Gobierno de Alberto Fernández durante su estadía en la capital argentina, que se prolongará hasta el final de esta semana.
Durante su semana en Buenos Aires, el FMI se entrevistará con el ministro de Economía, con otros funcionarios de esa cartera y con autoridades del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
En su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Alberto Fernández informó que con el FMI hay un «creciente entendimiento», pero también sostuvo que las responsabilidades por la crisis en la que se encuentra el país «son compartidas por el Gobierno que precedió al nuestro, por los bonistas y por el mismo FMI».
En la actualización del informe sobre las «Perspectivas de la Economía Mundial» que publicó a finales de enero, el organismo no hizo ninguna mención particular sobre Argentina a la espera de realizar una mejor proyección de cara al ciclo de revisión de previsiones que se publicará en abril.
El trabajo se limitó a reproducir las mismas estimaciones económicas sobre Argentina reflejadas en el informe de hace cuatro meses, por las que el país sudamericano tendría una recesión equivalente al 1,3% del Producto Interior Bruto (PIB) este año, y una recuperación del 1,4% en 2021.
En base a ese acuerdo stand-by (de contingencia) firmado con la administración anterior del expresidente Mauricio Macri (2015-2019), el FMI prestó a Argentina unos 44.000 millones de dólares de los 56.300 millones previstos en un comienzo.
En contrapartida, el organismo multilateral exigió un ajuste en las partidas presupuestarias para llegar a un equilibrio en el déficit, lo que conllevaba un programa estricto en lo fiscal y en lo monetario.
El Gobierno de Alberto Fernández, que espera reperfilar la deuda pública externa que se encuentra en manos de acreedores extranjeros, entre ellas la del FMI y la del Club de París, advirtió que el país debe crecer antes de cumplir con sus compromisos