Asunción, IP.- El arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, abogó por la construcción del progreso económico, social y político que permita dignificar la vida de todos los paraguayos. Hoy se desarrolla el último día de novenario en honor a la Virgen de los Milagros de Caacupé.
Al inicio de su homilía, Valenzuela reconoció que la actividad misionera representa el mayor desafío para la Iglesia, por lo que instó a renovar el encuentro personal con Jesucristo.
Sobre el punto dijo que “no debemos quedarnos en el ritualismo y la sola piedad popular que muchas veces no nos aleja del apego del mal y la corrupción moral, de la violencia y los tráficos de drogas y el lavado de dinero”.
El religioso hizo un llamado para superar el odio y la indiferencia hacia los pobres y excluidos de la sociedad, además de construir familias educadoras de las nuevas generaciones en la fe y la moral cristiana.
Asimismo abogó por la construcción del progreso económico, social y político que permita la dignidad para todos los ciudadanos. “Una vida cristiana que sepa unir en la práctica sus valores cristianos con una sana ciudadanía y democracia en el bien común y en la dignificación de cada persona humana”, agregó.
En otro momento expresó su preocupación por la corrupción global que pretenden destruir al ser humano, con sus ideologías de despoblación mundial y que a su vez adora a sus falsos “ídolos” como la apariencia, el poder, el consumismo y el prestigio.
“Es verdad que nuestra evangelización no ha llegado a permear los criterios de valores de la vida y del humanismo, de un gran sector del país, por eso que la misión de evangelizar es más que urgente, con nuevos métodos”, refirió Valenzuela.
En ese contexto, señaló que existen valores innegociables para construir la paz social, como la honestidad, el sacrificio, el valor del trabajo, el respeto, la tolerancia y la economía solidaria. “Retomemos el trabajo de dedicarnos y de educarnos nuevamente en los valor éticos y morales”, subrayó finalmente.