Aumento de suicidios: instan a eliminar el estigma y normalizar la búsqueda de ayuda

Asunción, Agencia IP.- En Paraguay se registran aproximadamente 550 suicidios por año, y en los últimos 10 años se registra un aumento sostenido de este comportamiento en la población. Los adolescentes y adultos jóvenes son las franjas más vulnerables de tomar esta determinación.

En el marco del Mes Mundial de Prevención del Suicidio que se recuerda este septiembre, el director del Hospital Psiquiátrico, Aldo Castiglioni refirió que las personas que tienden al suicidio son personas que pasan por ciertos procesos que llevan un tiempo.

«La mayoría de los casos son personas que ya lo venían pensando desde hacía mucho tiempo antes. El suicidio es una manera disfuncional de resolución de problemas. Hay una fórmula común que suele presentarse en las personas en crisis suicidas», aseguró.

Sobre el último punto, detalló que las crisis suicidas empiezan a ocurrir cuando la demanda del medio supera los recursos personales. «Eso significa cuando una persona pasa por una situación adversa, difícil o un problema que genera un gran sufrimiento y uno no cuenta con las habilidades psicológicas para poder lidiar o sortear esa dificultad», refirió.

Por ello el galeno sostuvo que los tratamientos que funcionan en estos casos se basan en un proceso que consiste en enseñar ciertas habilidades para incrementar los recursos personales de las personas y que de esa manera puedan gestionar mejor las situaciones adversas y puedan construir una vida que vale la pena vivir.

Dijo que es el momento en que la sociedad debe «quitarse los tabúes y todos los prejuicios en torno a la conducta suicida» y hablar sobre este problema tan presente en nuestro entorno.

«No hay que tener miedo de preguntar y pedir ayuda. Si nosotros notamos que alguien cercano a nosotros está pasando un mal momento o está más sensible, irritable o empieza a hacer comentarios de que ya no quiere vivir o soy una carga para los otros, si emite ese tipo de señales hay que conversar sobre el tema», sostuvo.

Explicó que se debe encarar el tema lo antes posible y que la persona se sienta apoyada contenida. «Hay que darle esa oportunidad de hablar y de reforzar la comunicación. Hay que agradecer a la persona por permitir abrirse y hablar del tema. Cuando la persona comunica sus deseos de morir hay una oportunidad de reducir los riesgos del suicidio», reafirmó.

El segundo paso que debe hacer la persona es contener al potencial suicida diciéndole que desde ese momento ya no se encuentra solo/a. «Hay que hacerle entender que no se encuentra solo y aconsejarle en seguir un tratamiento efectivo para sobrellevar la situación y que la persona tenga nuevamente ganas de vivir», explicó.

Dijo que existen dos tratamientos para la conducta suicida y que las mismas deben ser tratadas por profesionales de la salud mental. «La evidencia dice que hay tratamientos que le ayudan a las personas que están pasando muy mal y se quieren morir a poder incrementar sus recursos personales y de esa manera poder construir una vida que vale la pena vivirla».

Reiteró que es de suma urgencia romper el «estigma grande con relación a los trastornos mentales y a la salud mental. En el último informe de la Organización Mundial de la Salud con respecto a la salud mental informa que una de cada 10 personas necesita atención en salud mental. Hay que eliminar el estigma y normalizar la búsqueda de ayuda ya que es importante mejorar la calidad de vida y funcionalidad de la población», dijo finalmente.

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