Asunción, IP.- María Adolfina García, representante de las organizaciones de los bañados, exigió a las autoridades públicas mayor atención a las necesidades de los bañados y dijo «para el Estado no somos sujetos de derechos, para el Estado somos un problema social», denunció, Adolfina.

García expuso al Santo Padre que actualmente son unas unas 23.000 familias que viven en el Bañado Norte, «Somos alrededor de 100.000 personas que vivimos en la franja costera de la capital asuncena».

Señaló, además que debido a la expulsión del campo a la ciudad, los altos costos de los precios de la tierra y la vivienda, sumando a los bajos ingresos que caracterizan a nuestras condiciones de vida son  causas por las que nos ubicamos en las zonas periféricas más conocidas como bañados.

«La agricultura intensiva y mecanizada, la destrucción de los bosques y hábitat indígenas obligaron al deslazamiento forzoso de miles de familias campesinas  e indígenas que siguen engrosando los cinturones de pobreza en los principales centro urbanos como lo es nuestro bañado». afirmó

Tenemos raíces campesinas y en algunos barrios hay asentamientos indígenas, desde hace muchos años que habitamos en estos lugares, algunos hace más de 80 años y otros hace más de 30 conseguimos nuestras tierras para nuestras casas, con mucho sacrifico hicimos de este lugar un lugar habitable, venciendo los rigores del terreno y la subida de los ríos y al hostil abandono de las autoridades públicas han sido una dura lucha pero no nos resignamos ni dejamos doblegar ante la adversidad.

García denunció que a pesar de estas situaciones, el Estado no se ocupa ni ocupó de los pobladores » El estado no nos mira con buenos ojos, denunció Adolfina, señalando que «para ellos somos un problema social,  el problema no son nuestras necesidades y carencias sino que somos nosotros nuestra existencia misma», lamentó la pobladora.

Comentó que ha sido una dura lucha levantar un hogar en medio de las penurias.

“Encaramos los desafíos cotidianos con ese fuego de la fe y la esperanza. El Estado no se ha ocupado de nosotros, ni nos mira ahora con buenos ojos, no nos ven como sujetos de derecho, sino como un problema a solucionar.  Para el Estado el problema somos nosotros, nuestra existencia misma”, manifestó la representante de los bañadenses.

Agregó que se enfrentan a proyectos viales e inmobiliarios que desafían sus arraigos. “Esos proyectos no son para favorecernos a nosotros sino para favorecer a los que ya tienen viviendas y muchas tierras”.

“Exigimos formar parte de un todo humano inseparable, no esa falsa participación en donde ya está todo. Pedimos vivienda digna, regularización de las tierras, asimismo atención a la salud y una educación digna”, agregó.

Por ultimo indicó que las aguas que navegamos no están tranquilas, pero la solidaridad de la gente de bien y el efecto positivo que dejará su paso, los impulsa a seguir remando y a tener fe profunda que lograrán una tierra y vivienda digna en este lugar.

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