Biden cree que EEUU «evitará un default», en medio de tensas negociaciones con la oposición

Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se mostró optimista de alcanzar un acuerdo con la oposición republicana para aumentar el límite del endeudamiento y evitar un default, a pesar de tensas negociaciones para lograrlo.

«Todavía creo que podremos evitar un default y lograremos algo (un acuerdo) decente», declaró el mandatario durante la cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, citado por la agencia de noticias AFP.

Estas declaraciones llegan después de que el Departamento del Tesoro advirtiera al Gobierno que podría quedarse sin dinero a partir del 1º de junio, lo que provocaría un trastorno económico que se trasladaría a todo el mundo.

Los republicanos insisten en que Biden debe recortar el gasto público si quiere obtener su apoyo para subir el techo de endeudamiento del país.

Los demócratas, en tanto, sostienen que las dos cosas no pueden ligarse y quieren un aumento de la capacidad de emisión de deuda sin condiciones.

El líder de los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, anunció ayer que las negociaciones para evitar un default entraron en una «pausa», en medio de «reales diferencias» según la Casa Blanca. Luego, las conversaciones retomaron.

El director de comunicaciones de Biden, Ben LaBolt, dijo que los «republicanos están tomando de rehén la economía», en un mensaje que fue reiterado por la Casa Blanca. Están «empujándonos al límite del default, que podría significar la pérdida de millones de empleos y llevar al país a una recesión», sostuvo.

Aunque Biden no aceptará políticas «extremas» de los republicanos, «hay un camino hacia adelante para llegar a un acuerdo bipartidista razonable si los republicanos vuelven a la mesa para negociar de buena fe», agregó.

«Las diferencias son grandes sobre muchos temas», advirtió ayer el diputado Patrick McHenry, uno de los negociadores republicanos, citado por el sitio NewsNation.

Poco antes, la Casa Blanca habló de «reales diferencias» con la oposición.

Pero la vuelta a las tratativas devolvió el optimismo al Gobierno, resumió hoy la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, momentos después de que terminaran conversaciones en Washington.

El presidente, que se encuentra en la cumbre del G7 en Japón, acortó su gira por Asia para regresar antes a Washington y tratar de obtener un acuerdo.

El oficialismo presenta las conversaciones como una oportunidad de discutir el presupuesto, sobre el cual los republicanos exigen recortes.

«No podemos gastar más dinero el próximo año» fiscal, sostuvo ayer el republicano McCarthy, en una pulseada con la Casa Blanca que se extiende desde hace semanas, cuando se acerca la fecha del primero de junio y Estados Unidos podría entrar en una inédita moratoria.

Biden y McCarthy sostuvieron dos reuniones en los últimos días a medida que se acerca el plazo que según el Departamento del Tesoro podría poner a Estados Unidos entre la espada y la pared.

Los republicanos reclaman bajar el gasto público y el déficit fiscal, y quieren reducir la emisión de deuda que habitualmente permite cubrir esa brecha.

Demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo sobre este aumento de la capacidad de emisión de deuda de Estados Unidos, a pesar de que es indispensable para que el país honre sus pagos a acreedores, proveedores, pague salarios de los funcionarios públicos y jubilaciones.

Subir el límite de la emisión de deuda suele ser un trámite rutinario en el país, que usa este sistema dependiente del Congreso desde hace décadas. Pero esta vez, como viene ocurriendo con frecuencia, el asunto es objeto de una pulseada política.

Estados Unidos superó en enero el límite máximo de emisión de deuda pública, que es de 31,4 billones de dólares, y desde entonces se han aplicado medidas extraordinarias que solo permiten cumplir con las obligaciones por un tiempo. Télam

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