Bolsonaro planea indultar policías involucrados en masacres como Carandirú

Brasilia.- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, manifestó que estudia conceder indulto a los policías involucrados en masacres como las de la cárcel paulista de Carandirú, en 1992, cuando 111 presos murieron durante una incursión policial a ese presidio que estaba en rebelión.

«A los que se encuadren (en el indulto) se los voy a dar», declaró Bolsonaro este sábado en un almuerzo informal con periodistas en una academia militar de equitación en Brasilia, a la que durante los fines de semana suele llevar a su única hija mujer, Laura, de 8 años, para ella tomar clases ecuestres.

Durante la conversación, que no pudo ser grabada o registrada y de la que da cuenta el diario O Globo, Bolsonaro afirmó: «No quiero dar detalles, pero hay casos que, si puedo otorgar (el indulto), lo voy a otorgar. Como los policías que estuvieron en Carandirú, en el autobús 174, en Eldorado dos Carajás y si hay algo pendiente en el caso de Ana Hickmann».

Para Bolsonaro, si el comandante Ubiratán Guimaraes, quien comandó la acción de Carandirú, estuviese vivo, él también sería beneficiado por el indulto de perdón de pena que puede otorgar un presidente brasileño a final de año, como ocurrió en 2010 cuando Luiz Inácio Lula da Silva favoreció al italiano Césare Battisti.

No obstante, a pesar del indulto otorgado por Lula en su último día de Gobierno y que evitó la extradición de Battisti, Bolsonaro prometió reactivar el caso si ganase las elecciones de 2018 y el exactivista, condenado en Italia por terrorismo y cuatro homicidios, huyo para Bolivia, donde fue capturado y extraditado a su país.

Otro de los casos citados por Bolsonaro este sábado en los que los policías pueden recibir el indulto presidencial fue el de la matanza de Eldorado dos Carajás, cuando en 1996 campesinos sin tierra que marchaban hasta Belem, capital de Pará, bloquearon una carretera y la Policía intervino con disparos, muriendo 19 de ellos.

El caso del autobús 174 se refiere al año 2000 cuando un joven que intentaba asaltar un vehículo de transporte público tomó como rehenes al conductor y los pasajeros y durante una prolongada negociación un policía disparó contra el secuestrador, que reaccionó y en el tiroteo resultó muerta una profesora que era rehén.

El joven, herido, fue trasladado a un hospital en una patrulla de la Policía, pero llegó muerto por asfixia, como se constató en las investigaciones.

En su transmisión semanal por las redes sociales, Bolsonaro había abordado rápidamente el asunto, sin dar detalles, y argumentó que muchos presos como Suzane Von Richthofen, que en 2002 junto a su novio y cuñado asesinaron a los padres de ella, no merecían recibir el indulto de salida temporal en el Día de la Madre o Día del Padre.

La única mención específica de Bolsonaro, el jueves, fue la del caso de la presentadora Hickman, que se remonta a 2016 cuando un ‘fan’ de la modelo, que tenía un amor enfermizo y ficticio por ella, invadió un cuarto en un hotel en Belo Horizonte y disparó, en su presencia, contra la asesora de imagen.

El esposo de la asesora y cuñado de Hickman consiguió desarmar al invasor y le propinó tres disparos, una acción que la Fiscalía consideró como «exceso de legítima defensa» y lo procesó judicialmente por homicidio. El año pasado el familiar de la presentadora fue absuelto.

Bolsonaro, que el domingo realizará una visita al templo evangélico de Salomón, en Sao Paulo, comentó con los periodistas que esta semana recibió «una paliza» con el tema de los incendios de la Amazonía, que concitaron la atención internacional y una lluvia de críticas a su política medioambiental.

Sin embargo, destacó que esa situación «despertó un sentimiento de nacionalidad y soberanía» de Brasil sobre la Amazonía frente a propuestas como las del presidente francés, Emmanuel Macron, que pretende una gestión internacional para ese territorio, uno de los pulmones del planeta. EFE

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