Boris Johnson lanza sus últimas cartas para lograr un acuerdo por el Brexit

Londres.-El caos, la imprevisibilidad y la mala fe reinan en las negociaciones por el Brexit. Con el Parlamento británico suspendido hasta el 14 de octubre desde la noche del martes, el primer ministro Boris Johnson no consigue imponer su propuesta de Brexit ni a Europa ni a Irlanda. El negociador europeo Michel Barnier aseguró a la prensa británica que el acuerdo puede ser “muy difícil pero posible”.

Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel se reunirán el domingo en París para discutir la negociación, luego que el presidente francés le prometiera a Boris una respuesta para el final de la semana. Pero le advirtiera que su interlocutor debe ser Barnier y no los gobiernos europeos.

Alemania rechazó la versión británica de la conversación telefónica entre Merkel y Boris Johnson, que su jefe de estrategia Dominic Cummings relató a la prensa el martes. Insistió que Alemania está a favor de un acuerdo.

En su última oportunidad para mantener su acuerdo del Brexit en un pulmotor, Boris Johnson viajará a Irlanda -después de su explosiva conversación telefónica con Merkel- para encontrarse con el primer ministro Leo Varadkar este jueves. Lo tratará de convencer -cara a cara- de comprometerse con su plan, luego que discutieran su propuesta por teléfono por 40 minutos.

Fuentes de Downing St acusaron a Varadkar de haberse retractado de un acuerdo secreto que ambos habían realizado durante su encuentro en Dublín, apoyando la unión aduanera y luego desmintiéndolo. Así tratará de poner fin a 48 horas de caos y recriminaciones en Downing St, cuando -según ellos- Merkel les informó que era “esencialmente imposible” un acuerdo con Irlanda del Norte permaneciendo en la unión aduanera europea. Según Downing St, Boris le habría pedido “sacar el barco de las rocas” pero ella rechazó hacerlo.

El primer ministro británico debió afirmar a sus diputados conservadores que todo este caos “no tiene como objetivo prepararse para asegurarse un mandato en una elección anticipada a partir de un no acuerdo”. Les dijo a cuatro diputados torys que no va a apoyar inmediatamente un No Acuerdo en el manifesto electoral de las próximas elecciones, que podrían realizarse antes de la próxima Navidad.

Debió desmentir lo que dijo Dominic Cumming, su estratega, a algunos periodistas: que los Tories harían campaña para irse de Europa “inmediatamente” sin acuerdo si las conversaciones se caían. En varias capitales de Europa consideran que ese es el juego que está haciendo Boris: hacerlos responsables de la ruptura de las negociaciones para justificar una llamada a elecciones anticipadas y ganar como candidato del Brexit.

Pero el gabinete de Boris está fraccionado frente a esta estrategia. El secretario de Irlanda del Norte, Julian Smith, dijo que “un No Acuerdo sería desastroso para la Unión”. También rechazó las amenazas de Cummings de que había que retirar la cooperación de seguridad con los países que apoyan un retraso del Brexit.

Frente a las trampas de Downing St, es ahora el Speaker  (presidente) de la Cámara de los Comunes, John Bercow, otro de los interlocutores de los parlamentarios europeos, que deben aprobar o rechazar el acuerdo. David Sassoli, presidente del Parlamento europeo, reveló que tuvo “una fructífera discusión con Bercow“, cuando estaba el martes en Londres para encontrarse con Boris Johnson. Informó al Parlamento Europeo que, en esas conversaciones secretas, “Bercow se había comprometido a evitar una ruptura por el Brexit”.

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