Cambios bruscos de temperatura pueden afectar  a la salud

Asunción, IP.- La coordinadora de la Policlínica del hospital central del Instituto de Previsión Social, la doctora Estela Villalba, recomendó mantener el ambiente climatizado (sala, oficina, dormitorio, etc.) a temperatura no menor de 20° centígrados de manera que al salir al exterior el cambio de ambiente no sea dañino para el organismo.

La recomendación de la profesional se da por el hecho de que, ante las altas temperaturas que oscilan y superan los 40° centígrados, las personas suelen refugiarse en lugares frescos, a la sombra o en espacios climatizados a fin de evitar descompensaciones  u otras complicaciones en la salud.

Los riesgos de daños al organismo por los cambios bruscos de temperatura es porque el cuerpo reacciona ante las variaciones radicales de temperatura ambiental y, por lo tanto, manifiesta alteraciones que requieren en caso de pacientes crónicos inclusive la hospitalización como también gripes veraniegas.

Villalba recordó en lo posible no exponerse al sol entre las 10:00 y 17:00 horas y al hacerlo protegerse con gafas, sombreros, gorros, cremas protectoras o bloqueadores solares y sobre todo hidratarse  en forma adecuada.

Especialistas del Instituto de Previsión Social advierten  que una sobreexposición  a  las altas temperaturas pueden producir dolencias o dañar la salud de algunas personas, como en el caso de los adultos mayores o de quienes padezcan algún trastorno crónico, de ahí la importancia de tomar las medidas preventivas necesarias.

Ante estas altas temperaturas es preciso, entre otras cosas, mantenerse hidratado bebiendo abundante agua y líquidos. Es importante hidratarse aunque no se sienta sed y a veces hay que insistir a las personas mayores y niños fundamentalmente.

Igualmente se recomienda evitar la exposición directa al sol y refugiarse en lugares frescos, a la sombra o climatizados y usar ropa ligera y de material transpirable, preferiblemente en tonos claros, así como no realizar esfuerzos físicos intensos en las horas de más calor y optar por las comidas ligeras como frutas, ensaladas o sopas frías son alimentos muy adecuados cuando suben las temperaturas.

También es recomendable evitar la exposición al sol en las horas centrales del día de 10:00 a 17:00 horas, utilizar siempre una crema solar que proteja tanto de los rayos UVA como de los UVB y protegerse del sol con otras barreras (gafas, camisetas, gorros, sombrillas, etc.). No hay que protegerse sólo en la playa o piscina: también se está expuesto al sol en otros momentos (cuando se hace deporte, se pasea, etc.), señalan.

Es de recordar que la piel de los niños es más sensible que la de los adultos. Por ello, hay que escoger una crema solar con elevado índice de protección, y no olvidar nunca el gorro y camiseta. Los bebés de menos de seis meses no deben nunca exponerse al sol directo, pues su piel es muy fina.

Sobre todo, aconsejan, consultar con el médico ante cualquier indicio de molestias como sensación de calor extremo, enrojecimiento de la piel, mareos, cefalea, taquicardia desproporcionada y desorientación espacial, sed intensa y fatiga, ya que, cualquier complicación puede desencadenar a problemas irreversibles.

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