Celebración del Arete Guasú culmina en Boquerón

Asunción, IP.- Finaliza este martes el festejo del Arete Guasú, evento cultural que celebran las comunidades Guaraní Occidental en el Departamento de Boquerón, Chaco Paraguayo.

La celebración tienen el acompañamiento de técnicos de la Dirección General de Diversidad y Procesos Culturales de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC). Mariela Muñoz, Fátima Báez, Claudelino Balbuena, y Antonio Rivas, siguen de cerca ésta festividad realizando el registro de cada proceso, con entrevistas a los referentes y líderes de la comunidad.

Este año, las fechas elegidas según la posición de las estrellas, fueron el  26, 27 y 28 de febrero; tres días intensos de fiesta cultural, que además celebran comunidades indígenas de Bolivia, Argentina y parte del Brasil.

El Arete Guasú es una celebración que honra a los ancestros y agradece los buenos frutos que ofrece la tierra cada año.  Evoca la reunión de todos, en la que niños, jóvenes, adultos y ancianos, danzan al son de la música de la flauta y de tambores incansables, sonido que acompaña el baile en una ronda de unidad en un reencuentro ancestral.

De esta fiesta de integración intercultural, participan también los pueblos Manjui y Nivaclé, además de población no indígena, quienes se acercan a compartir la alegría del Arete Guasú.

Días previos se inició con el Atiku o preparación del Arete Guasú. El domingo 26 de febrero se dio inicio al carnaval, donde se puede apreciar el Ndechi Ndechi, vestimenta que representa a los espíritus que viven en el otro mundo. El Agueró o máscaras que representan a los familiares que ya no están entre los vivos y que vienen a danzar en estos tres días junto a ellos.

Este martes 28 de febrero, culmina la celebración con el Kuchi Kuchi al medio día, seguido de los juegos del Jagua Jagua (jaguar) y toro toro, animales hoy representados por personas disfrazadas que adoptan sus movimientos y que recrean de esta forma la vida de los antiguos entre estos animales, para luego ir en procesión al cementerio y lanzar las máscaras a los espíritus, protegiendo de esta forma a la comunidad ahuyentando a la muerte.

 

 

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