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Celebrando un siglo de amistad histórica entre Uruguay y Paraguay a través de la Escuela Artigas del Solar de Artigas

Asunción, Agencia IP.- La institución educativa uruguaya que lleva el legado de José Artigas a nuestro país, se encuentra en pleno proceso de celebración por sus 100 años de existencia, con planes ya en marcha para conmemorar su próximo centenario.

Inaugurada el 28 de abril de 1924, esta escuela ubicada en Asunción, se erige como un símbolo de la amistad histórica entre Uruguay y Paraguay, ligada desde la época de la revolución y forjada a través de gestos significativos a lo largo de los años.

Un grupo de jinetes participantes de la «Marcha al Paraguay», que comenzó el 15 de marzo en Montevideo, traerá cartas escritas por escolares uruguayos a la escuela en conmemoración de su centenario.

El objetivo de esta marcha, organizada por sociedades tradicionalistas y aparcerías del sur de Uruguay, es rendir homenaje a la escuela pública y sus valores artiguistas. Los niños de diferentes escuelas, como la N° 4 “José Artigas” y la N° 51 “Paraguay”, entregaron personalmente las cartas al jinete Leonardo Saracho en la Plaza Independencia de Montevideo. La marcha fue declarada de interés nacional por la presidencia del país amigo, reconociendo su importancia histórica y educativa.

Jinetes uruguayos marchando a nuestro país con motivo de las festividades próximas. Foto: El País Uruguay.

Durante el trayecto, en cada escuela donde se entreguen las cartas, se plantarán semillas del árbol ibirapitá del Solar de Artigas como símbolo de fraternidad y conexión entre ambos países.

Desde su apertura hace casi un siglo, la escuela Artigas ha sido reconocida por su propuesta educativa binacional, enseñando tanto la historia y geografía de Uruguay como la de Paraguay, en un entramado curricular que refleja la identidad y la diversidad cultural de ambos países. María José Volpe, la directora de la escuela desde febrero de 2021, describió cómo esta institución se ha convertido en un centro de referencia para la comunidad asunceña, valorando y apreciando la figura de Artigas como parte esencial de su identidad.

Vista de un letrero de la Escuela Artigas.
Foto: EFE.

El emplazamiento de la escuela en el predio donde Artigas pasó sus últimos días no solo evoca la historia del prócer uruguayo, sino que también representa un lazo tangible entre ambas naciones. El árbol de Artigas, conocido como el ibirapitá, sigue siendo un punto de referencia para visitantes y estudiantes, recordando el legado del líder revolucionario que alfabetizó a niños bajo su sombra.

El éxito y la valoración de la Escuela Artigas en Paraguay se reflejan en su alta demanda y en el reconocimiento de las autoridades educativas paraguayas, que han subvencionado la institución desde 2017. La propuesta pedagógica, que incluye el aprendizaje del guaraní como segundo idioma y el acceso al idioma inglés a través del Plan Ceibal, ha destacado a esta escuela como un ejemplo de excelencia educativa.

En el contexto de esta celebración, la comunidad educativa se une a la marcha hacia el Paraguay, un evento internacional que simboliza el vínculo entre Uruguay y Paraguay y celebra el legado de una escuela que trasciende fronteras geográficas y culturales.

La escuela Artigas en el Jardín Botánico, testigo de los últimos días del prócer

El historiador Claudio Velázquez Llano, en entrevista exclusiva con nuestro medio, explicó que la histórica escuela Artigas se encuentra estratégicamente ubicada en la entrada del Jardín Botánico, un sitio emblemático que guarda los últimos años de la vida del prócer José Artigas.

“El solar de Artigas, donde residió al final de sus días, es un lugar de profundo significado histórico y patriótico. Tras su llegada a Paraguay en 1820, Artigas fue inicialmente asignado a permanecer en Curuguaty por el dictador Gaspar Rodríguez de Francia. Posteriormente, bajo la presidencia de Carlos Antonio López, fue trasladado a la famosa Quinta de Ybyra’i, propiedad de López, donde Artigas pasó sus últimos años. Falleció en 1850 y fue enterrado inicialmente en el cementerio de la Recoleta. En 1855, sus restos fueron repatriados a Uruguay”, indicó.

“Después de la Guerra de la Triple Alianza, Uruguay tuvo un gesto de solidaridad al condonar la deuda paraguaya y devolver los principales trofeos de guerra. En reconocimiento a esta acción, la Plaza San Francisco fue transformada en la actual Plaza Uruguaya en Asunción”.

– Claudio Velázquez Llano.

Por otra parte, Velázquez Llano resaltó que el Estado paraguayo donó a Uruguay un terreno dentro del Jardín Botánico, inicialmente de 10.000 m2, lugar donde residió Artigas. Este gesto se realizó a principios del siglo XX como reconocimiento al proceso de repatriación de los restos y la condonación de deudas.

“En 1923, este sitio se amplió y pasó a ser territorio del Estado uruguayo, destinado a convertirse en una escuela. En abril de 1924, se inauguró la escuela Artigas, que desde entonces ha sido un punto de referencia histórica y educativa en Paraguay”, mencionó el historiador.

“La vegetación que rodea la escuela conserva el ambiente de la época en que Artigas residió en este lugar, ofreciendo a quienes visitan una inmersión en la historia y legado del prócer uruguayo”.

– Claudio Velázquez Llano

¿Quién fue José Gervasio Artigas?

Fue un destacado militar y estadista rioplatense nacido el 19 de junio de 1764 en Montevideo, y se destacó durante la Guerra de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata y fue reconocido como el heraldo del federalismo en Uruguay y Argentina.

José Gervasio Artigas. Foto: Secretaría de Cultura del Uruguay.

En Uruguay es considerado el héroe nacional y el máximo prócer del proceso independentista, siendo llamado el Padre de la Patria. En Argentina, se ha llevado a cabo un proceso de revisión de su figura que también lo reconoce como prócer de la independencia nacional.

Encontró refugio político en Paraguay bajo el gobierno de Francia, y aunque enfrentó dificultades y aislamiento, cultivó la tierra para sobrevivir y contrajo matrimonio con una paraguaya durante su tiempo en el exilio.

Posteriormente, bajo el gobierno de Carlos Antonio López, Artigas disfrutó de su ancianidad en Asunción, residiendo en la quinta Ybyray del presidente. Falleció el 23 de septiembre de 1850 a los 86 años.

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