Coronavirus y variante Ómicron: la vacunación obligatoria se abre camino en Europa

Bruselas.-Europa vacunaba como un tiro en la pasada primavera y verano hasta que alcanzó sus límites. El 66% de la población total europea ya tiene al menos dos dosis y cerca del 15% la tercera dosis, pero esa media, lejos de los objetivos del bloque, esconde disparidades. Mientras Portugal o Irlanda vacunaron ya a más del 90% de su población, en Rumanía y Bulgaria todavía no llegaron al 40%.

Los datos muestran que si la incidencia del virus no está totalmente relacionada con la tasa de vacunación, sí lo están las muertes. Los países que más han vacunado cuentan en estos últimos meses menos víctimas mortales por coronavirus que aquellos en los que la vacunación arrastra los pies.

Ante este escenario se va abriendo paso en Europa la vacunación obligatoria, para toda la población o al menos para ciertos sectores profesionales, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud asegura que la vacunación obligatoria sólo debería usarse como “último recurso”.

La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, pidió a los jefes de los gobiernos europeos que abrieran ese debate, que consideró “razonable y apropiado”. Bruselas no tiene competencias para imponer la vacunación obligatoria pero su opinión pesa lo suficiente políticamente para lanzar la discusión.

Austria advirtió a finales de noviembre a su población mayor de 14 años que para mediados de marzo deberá estar vacunada. Quien no lo esté será convocado a vacunarse. Si no acude recibirá una multa de 600 euros cada tres meses. Si no la paga la multa subirá a 3.600 euros.

Sólo bajo dispensa médica o para mujeres embarazadas será posible rechazar la vacuna obligatoria. El primer ministro Karl Nehammer, que estrenó el cargo la semana pasada, dijo que la vacunación obligatoria es “desgraciadamente necesaria”.

En Grecia se impuso un sistema por el que a partir de enero los mayores de 60 años no vacunados recibirán una multa mensual de 100 euros. Los médicos y demás personal sanitario y de residencias de ancianos recibieron la obligación de vacunarse hace cuatro meses. Hungría también los vacunará obligatoriamente.

También desde el 15 de septiembre están obligados a vacunarse en Francia todas las personas que trabajan en el sector sanitario, además de bomberos, residencias de ancianos y quienes ayudan a ancianos a domicilio.

Republica Checa y Eslovaquia estudian también vacunar de forma obligatoria a partir de cierta edad. Polonia aprobó este lunes la vacunación obligatoria para sectores como el sanitario, el educativo o el de las fuerzas de seguridad mientras la tasa general de vacunados sólo llega al 55%.

En Bélgica se discute obligar a los sanitarios a vacunarse. Una especialista del departamento de Medicina Interna del mayor hospital de Bruselas, el CHU Saint-Pierre, contaba a este corresponsal que veía “aberrante” que más del 20% de sus compañeros y compañeras estuvieran sin vacunar.

El primer ministro Alexander De Croo duda. Contrario a la vacunación obligatoria, De Croo ve cómo le crece la presión, también interna. Su ministro de Sanidad, el socialdemócrata Frank Vandenbroucke, quiere imponer ya la vacunación obligatoria para sanitarios.

Al final la decisión será la de enviar al desempleo (con sueldo) al personal sanitario que no se haya vacunado el 1 de enero. Si el 1 de abril siguen sin vacunarse perderán el sueldo.

Todos los gobiernos europeos miran a Alemania. El nuevo jefe de gobierno, el socialdemócrata Olaf Scholz, dijo la semana pasada que es partidario de obligar a vacunar porque el país no llega todavía al 70% de adultos con la pauta completa.

La misma tasa apoya la vacunación obligatoria. Su gobierno planea llevar al Bundestag antes de finales de este mes una ley que le permita imponer la vacunación obligatoria a partir de febrero.

Mientras en los países escandinavos ni se discute porque se ve como una intromisión impensable en la libertad de los ciudadanos y porque la incidencia y las muertes siguen bajo control, en Italia se decidió no obligar a vacunar pero hacer la vida imposible a los no vacunados, que tienen cada vez más restricciones.

España, que roza el 90% de vacunados entre la población que ya podía recibirla y supera el 80% del total de su población, estima que sería contraproducente y empezará en días a vacunar a la franja de población entre cinco y 11 años.

Naciones Unidas está en contra de la vacunación obligatoria. Su Alta Comisionada para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, dijo: “En ningún caso la gente debería ser vacunada a la fuerza, incluso si la negativa de una persona a aceptar la vacunación obligatoria puede tener consecuencias legales como, por ejemplo, una multa”.Clarín.

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