Decisión de parar aumentos coincide con la expectativa ciudadana, según economista

Asunción, IP.- La decisión del presidente de la República, Horacio Cartes, de parar el plan de aumento en las tarifas del agua y la electricidad, coincide con la expectativa de la ciudadanía que espera una mejor utilización de los recursos públicos por parte de las instituciones del Estado, afirmó el economista, Julio Ramírez, del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep).

En conversación con Radio Nacional del Paraguay, el economista señaló que la decisión del Gobierno de frenar la intención de aumento en las tarifas de agua y electricidad, y ordenar una racionalización de los gastos de las instituciones encargadas de estos servicios, coincide plenamente con la expectativa de una ciudadanía que, en este momento, «está muy sensible a cualquier tipo de imposición del Estado».

«Yo creo que el Estado pudo percibir que el termómetro está marcando rojo ahora y dio marcha atrás en su decisión de aumentar estos costos», dijo Ramírez al señalar que «hay un descontento generalizado en la ciudadanía en estos temas por las desprolijidades que se están viendo cada día en el Estado en cuanto al uso del gasto público, sobre todo en el tema salarial, las contrataciones sin concurso».

Añadió que la gente está sintiendo que hace años existe en el país un fuerte crecimiento económico y que el Estado no está cumpliendo con sus funciones.

Destacó que fue más bien esta presión ejercida a través de la sociedad civil y la prensa la que hace que el gobierno de marcha atrás, no tanto por un estudio de eficiencia/costo ya que, según sus cálculos técnicos, sí sería momento de aumentar la tarifa del agua y la energía eléctrica.

«Teóricamente estamos pagando una energía más barata de lo que se tendría que pagar realmente, según los discursos de los tecnócratas de las empresas públicas», dijo.

Otro de los factores que preocupa a la ciudadanía, según Ramírez, es que un eventual aumento en el costo de estos servicios básicos desencadene otro aumento de costos en los supermercados, estaciones de servicios, y todos los que utilizan energía eléctrica o agua.

«No va a ser una espiral tan fuerte como por ejemplo si subiera el combustible pero también hay ese riesgo», reflexionó.

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