Denuncian ataques a dos buques petroleros cerca de Irán en medio de las tensiones con EE.UU.

Washington.-Estados Unidos e Irán elevaron la tensión en el Golfo Pérsico luego de que el gobierno norteamericano acusó a Teherán de estar detrás de los ataques contra dos petroleros en el Golfo de Omán, a los que calificó como «un asalto flagrante contra la libertad de navegación».

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo que el incidente «es un inaceptable recrudecimiento de las tensiones por parte de Irán» y pidió unidad a la comunidad internacional ante las supuestas acciones de Teherán.

Pompeo explicó que el análisis estadounidense para llegar a esta conclusión se fundamentó en el tipo de armas usadas en el ataque y el nivel de «sofisticación» de la operación.

Luego defendió las sanciones reimpuestas por Washington tras retirarse del pacto internacional firmado por las potencias con Irán en 2015 a cambio de limitar su programa nuclear.

«Ninguna sanción económica autoriza a Irán a atacar civiles inocentes, alterar los mercados petroleros internacionales y llevar a cabo un chantaje nuclear», sostuvo el secretario de Estado norteamericano.

Y advirtió también que ordenó al embajador estadounidense ante Naciones Unidas que exponga «los ataques iraníes» durante la reunión que iba a celebrar ayer el Consejo de Seguridad de la ONU para abordar lo sucedido.

La intensificación del conflicto tuvo repercusión inmediata en los mercados petroleros. El barril de crudo Brent de referencia llegó a subir un 4% en las operaciones tras el incidente, hasta alcanzar los 62 dólares por barril. Esa alza refleja la importancia estratégica del lugar donde se produjo el incidente. Un tercio de todo el petróleo transportado por mar en el mundo pasa por ese estrecho, que da acceso al Golfo Pérsico.

El ataque ocurrió después de que Estados Unidos acusara a Irán de utilizar minas para atacar cuatro petroleros en el cercano puerto emiratí de Fuyaira, el mes pasado. Irán negó cualquier implicación. En las últimas semanas, rebeldes yemeníes apoyados por Irán también lanzaron ataques con misiles y drones contra Arabia Saudita.

Tras el ataque de ayer, la 5a Flota de Estados Unidos prestó asistencia a los dos barcos afectados, afirmó el comodoro Joshua Frey, vocero del contingente.

Dryad Global, una firma de inteligencia marítima, identificó de forma preliminar a uno de los barcos afectados como el MT Front Altair, un petrolero con bandera de las islas Marshall. El barco estaba «en llamas y a la deriva», según la agencia, que no dio más especificaciones sobre cómo se produjo el incidente ni mencionó la segunda embarcación.

La compañía que gestiona el Front Altair dijo que una explosión había provocado el incendio a bordo. International Tanker Management declinó hacer más comentarios, señalando que aún estaban investigando la explosión. Sus 23 tripulantes estaban a salvo tras ser evacuados por otro barco cercano, el Hyundai Dubai.

El segundo barco atacado fue identificado como el Kokuka Courageous. La naviera BSM Ship Management indicó que había sufrido daños en el casco y que 21 tripulantes habían sido evacuados, uno de ellos con lesiones leves.

La televisora estatal iraní informó que los 44 marineros de ambos petroleros habían sido trasladados a un puerto iraní en la provincia sureña de Hormozgan.

A última hora de ayer, el Mando Central de Estados Unidos ordenó el envío del destructor USS Mason al golfo de Omán.

El incidente se produjo en un momento además especialmente sensible, durante la visita del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en una crucial misión diplomática. Abe había advertido anteayer tras reunirse con el presidente de Irán, Hassan Rohani, que debía evitarse cualquier «conflicto accidental» que pudiera agravar las tensiones entre Washington y Teherán.

Luego del ataque a los barcos, el líder supremo de Irán, ayatollah Ali Khamenei, dijo que Teherán «no repetirá de ningún modo» las negociaciones con Estados Unidos, mientras se desmorona el pacto nuclear de 2015 que firmó con potencias internacionales.

Khamenei hizo esas declaraciones durante una reunión con Abe, lo que sería una señal de que la visita del mandatario japonés no habría logrado su objetivo de rebajar las tensiones entre Estados Unidos e Irán. «No veo a Trump como merecedor de ningún intercambio de mensajes y no tengo ni tendré respuesta para él», dijo Khamenei a Abe, según su sitio oficial.

En relación con el programa nuclear iraní, el nudo del conflicto con Washington, Khamenei añadió que, si bien Teherán no quiere una bomba atómica, «Estados Unidos no podría hacer nada» para impedirlo si Irán quisiera desarrollarla.

Asimismo, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, reaccionó rápidamente vía Twitter luego del incidente en el Golfo Pérsico y definió la coincidencia entre los ataques y la visita de Abe como «altamente sospechosa».

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