Descartan riesgo de contagio ante primer caso de zika en Argentina

Buenos Aires.-Ante la confirmación del primer caso de zika en Argentina, una colombiana que contrajo la enfermedad fuera del país, un experto en el ámbito de la salud dijo que ya no existen riesgo de que la mujer contagie a otros y se genere un brote.

Según Daniel Pryluka, jefe de Infectología del sanatorio Otamendi de Buenos Aires, la mujer diagnosticada con zika en la capital argentina ya no podría iniciar una epidemia en Argentina porque “ya pasaron los síntomas”.

“Cuando se va la fiebre, esa persona ya no tiene el virus en la sangre, por lo que para que el mosquito pueda empezar un ciclo nuevo tiene que picar a alguien que tenga el virus. Esta mujer ya no lo tenía cuando llegó a Argentina, por lo tanto no puede ser iniciadora de una epidemia”, explicó.

Pryluka, que también es miembro del comité de crisis del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, aseguró que “el zika es benigno” y que únicamente preocuparía que el vector de la enfermedad, el mosquito Aedes aegypti, picara a una embarazada, por los casos de microcefalia en bebés descubiertos en Brasil.

En caso de que el brote llegara con fuerzas al país austral, el infectólogo cree que el foco principal de peligro se encontraría en las provincias del noreste, limítrofes con Brasil y Paraguay, por la cercanía con uno de los países donde se diagnostican la mayor cantidad de casos por día, y por las altas temperaturas que se registran allí, que harían que el mosquito viviera más tiempo.

En cambio, el “invierno más crudo” de Buenos Aires, que comenzará en junio, lograría eliminar el insecto en pocos meses, en caso de que se propagara. Para el médico, otros focos de riesgo son los sectores de la población de bajo nivel socioeconómico, ya que “juntan agua de lluvia porque la necesitan” y la acumulan, o “viven en una situación donde hay cubiertas o latas tiradas”, todos posibles receptáculos de agua, lugar favorito de reproducción del Aedes Aegypti.

Las recomendaciones de Pryluka fueron simples: eliminar restos de agua, limpiar, fumigar, utilizar repelente y, para mujeres embarazadas, no viajar a los lugares donde está el mayor brote de zika. Por último, insistió en la no peligrosidad de la enfermedad: “Más allá del dato clínico puntual del zika, que es difícil de distinguir, lo importante es ver cómo entre todos le ganamos esta batalla al mosquito”.

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