Desencuentros entre estados miembros ensombrecen el inicio de la cumbre de la OTAN

Gran Bretaña.- La 70ma. cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) comenzó ayer en Londres marcada por numerosos desencuentros entre sus estados miembros, que no solo discrepan en la estrategia y el financiamiento de la alianza atlántica sino también en sus prioridades y desafíos.

La reunión entre los líderes de los países miembros de la organización de defensa colectiva empezó oficialmente con una cena ofrecida por la reina Isabel II en el palacio de Buckingham, residencia de la familia real británica.

La cita continuará mañana en una sala de un hotel de Watford, al noroeste de Londres, donde los mandatarios debatirán sobre los retos y recursos de la OTAN.

La antesala del evento fue trastocada por las amenazas de Turquía y el malestar generado por el comentario del presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien calificó a la mayor alianza militar del mundo en estado de «muerte cerebral».

Una declaración «desagradable» y «peligrosa», en palabras del mandatario estadounidense, Donald Trump, que se hizo eco del disgusto de otros países aliados.

«Creo que es un insulto y quedé sorprendido», opinó Trump en una rueda de prensa con el secretario general de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg, quien también manifestó su «desacuerdo» con el gobernante galo.

Macron hizo este comentario en noviembre a la revista británica The Economist ante la pasividad de la OTAN tras la intervención militar de Ankara contra milicias kurdas en el noreste de Siria.

Esta acción unilateral del gobierno de Recep Tayyip Erdogan, condenada por el bloque atlántico en la reunión ministerial de octubre, llegó a poner en duda la ayuda mutua, el principio básico de la alianza consagrado en el artículo 5 del Tratado de Washington.

Pese a la polémica, Trump se mostró más conciliador horas más tarde al reunirse con Macron y reconoció que los dos tenían una «pequeña disputa», pero que confiaban en poder «resolverla».

Mientras Trump insistió en que los miembros de la OTAN deben hacer mayores aportes a la organización -con 2% de su PIB en 2024-, el presidente francés recalcó la nececesidad de tener una «estrategia clara» para cumplir el objetivo de garantizar la paz y la estabilidad en Europa frente a la amenaza terrorista.

La lucha contra el terrorismo fue también el tema central de un encuentro posterior entre el primer ministro británico, Boris Johnson, la canciller alemana, Angela Merkel, Macron y Erdogan, reportó la agencia de noticias EFE.

La reunión tuvo lugar luego de que el gobierno turco afirmara ayer que está dispuesto a bloquear los planes estratégicos de defensa de los países bálticos y Polonia -ante una posible amenaza rusa-, si la organización no reconoce como terroristas a los kurdos.

Si bien los líderes de las tres principales potencias europeas y el presidente turco coincidieron en «continuar la lucha contra el terrorismo en todas sus formas», no hicieron declaraciones sobre sus diferencias por la intervención de Ankara en Siria.

Otros de los temas que generaron discordia entre los países miembros de la alianza son las relaciones con China y Rusia.

En ese sentido, Stoltenberg reconoció que los aliados tienen diferencias por razones geográficas, pero insistió en la importancia de que la OTAN atienda todas las amenazas.

En cuanto a Rusia, admitió que la alianza mantiene una «doble vía», de diálogo pero también de disuasión.

Aunque la relación entre los países miembros no hizo más que deteriorarse en los últimos seis meses, el dirigente noruego se mostró optimista y afirmó que, pese a las discrepancias, «nos protegemos, porque juntos somos más fuertes».

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