Determinan grado de afectación de la pandemia en una población vulnerable de la Capital

Asunción, Agencia IP.- Mediante un proyecto de investigación se determinaron los hábitos adquiridos y el grado de afectación de la pandemia de Covid-19, a unas 150 familias del asentamiento RC4, en Zeballos Cué, Asunción.

La investigación la realizaron docentes, estudiantes e investigadores de la Universidad Metropolitana de Asunción, a través de los fondos de Conacyt, a la población vulnerable de este asentamiento.

El proyecto está compuesto por un equipo multidisciplinario, integrado por psicólogos, doctores, abogados, y sociólogos, que tuvieron como finalidad llegar a las familias, entablar contacto con ellas para determinar los hábitos incorporados desde marzo del 2020 hasta la actualidad.

En la encuesta se implementó el “Semáforo de la eliminación de pobreza”, utilizado a través de la Fundación Paraguaya, que permite hacer una autoevaluación en la que la familia misma elige uno de los colores rojo, amarillo o verde sobre su situación particular en diversas áreas como salud, economía y el aspecto sicosocial.

Durante el bloque “La Salud Primero”, que se emite en dúplex por Paraguay TV y Radio Nacional del Paraguay, ampliaron detalles sobre esta iniciativa universitaria, la doctora Doris Ojeda, investigadora especialista en Derechos Humanos y la licenciada Cecilia Crosa, socióloga, de la UMA.

Con este proyecto se busca fortalecer la capacidad del ser humano de enfrentar y sobrellevar situaciones en este momento de la pandemia, explicó la licenciada Crosa.

“Estamos creando el proyecto con una serie de pasos para llegar a la familia y poder hablar, y llegar a estos hábitos, para llegar a la autoeficacia, que es la capacidad de hacer lo que digo que quiero hacer, y eso se crea únicamente con los hábitos”, remarcó.

Expresó que actualmente se está implementando la encuesta denominada “Covid”, que contiene 15 preguntas, donde las familias tienen que elegir en cuál situación se encuentra tanto en el aspecto económico, como en la salud, también se analiza la dimensión en el contorno familiar, el apoyo que recibe, así como la autoestima, y la motivación que tienen para salir adelante. Estas mediciones se realizan a través del semáforo de eliminación de la pobreza.

Destacó que la pandemia creó los hábitos del lavado de manos, el uso de tapaboca, la vacunación, y esto tiene que permanecer, porque todavía no acabó la pandemia, más aún con la circulación de la variante Delta, afirmó.

“Paraguay en este momento está en una luna de miel, entonces tenemos que procurar que estos hábitos se mantengan, y también que la población misma entienda la importancia del uso de tapaboca, no solamente para el covid, sino cuando una persona tiene gripe, tos, es un hábito de salud sumamente importante”, agregó.

Sostuvo que en base a los datos obtenidos se corroboró que las familias cumplen con las medidas sanitarias como la utilización del tapaboca y el lavado de manos con agua y jabón, sin embargo, están renuentes a la vacunación, por lo que exhortó a las autoridades sanitarias a trabajar más de cerca con estas comunidades de modo a explicar sobre la importancia de estar inmunizados para prevenir la forma grave de la enfermedad.

Semáforo de la eliminación de la pobreza

El semáforo de la eliminación de pobreza habla de una multidimensionalidad, ya que un tema de salud no separa la autoestima con el contorno familiar, o el ingreso; es por ello, que cuando se habla de crear los hábitos de salud se tiene que ver a la familia de forma integral, manifestó la profesional.

Mencionó que el semáforo nace en Paraguay, es un sistema de trabajo de autoevaluación que se extendió en otros países del mundo a través de la Fundación Paraguaya. Actualmente otras 36 naciones la están implementando.

“Vemos que las familias sí necesitan mucho la autoestima y la motivación interna para salir adelante, y a veces dejamos de lado o es lo último para enfocar… Cuando tenemos que crear estos hábitos de salud se tiene que ver a la familia de forma integral”, añadió.

Otra de las etapas que incluye este proyecto es que tras las encuestas se realizan una serie de capacitaciones en varios ámbitos sobre ahorros, salud, autoestima, comunicación asertiva, resolución de conflictos, trabajo en equipo, y emprendedurismo.

Por su parte, la doctora Ojeda indicó que se mide la autoeficacia, con la cual se espera que cada persona tenga un comportamiento ante situaciones problemáticas, es casi sinónimo de resiliencia, que es la capacidad del ser humano de enfrentar situaciones difíciles.

Comentó que la problematización que encontraron de la situación actual es que muchos sectores, a pesar de que está en condiciones de enfrentar la pandemia, hay otras poblaciones que no, que son las que sufren de varios factores de vulnerabilidad, y uno de los factores preponderantes es la situación de pobreza en que se encuentran, por ello, este proyecto se enfoca hacia estas poblaciones.

“Trabajar con poblaciones atravesadas por ciertos factores de vulnerabilidad, donde tenemos la edad, en este caso hay muchos niños en esta situación, también hay personas adultas que necesitan de la ayuda y el apoyo de la sociedad, y esa es la gran fortaleza de la Universidad de colaborar, mediante los investigadores, docentes, los alumnos que también trabajaron como encuestadores”, subrayó.

Aseveró que uno 500 niños de este asentamiento y varios adultos mayores fueron los más afectados durante la pandemia de Covid-19, debido al encierro que mantuvieron todos estos meses; sin embargo, valoró el autocuidado de las medidas sanitarias implementadas por la población para evitar propagar el virus en la comunidad.

Enfatizó que pese a que la población tiene temor al covid, se evidenció que aún tiene mayor miedo al temporal o que un árbol les venga encima de sus hogares, y las inundaciones, ya que con las últimas lluvias caídas sus casas fueron destechadas y quedaron inundados por varias horas.

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