Asunción, IP.- La diputada Karina Rodríguez lamentó la mala utilización de los recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide); sin embargo, propuso modificaciones que no signifiquen una vuelta a la centralización.
Durante el estadio de los oradores, la parlamentaria también expresó su preocupación por varios aspectos que hacen a la educación en Paraguay.
Sostuvo que es necesario modificar la Ley por etapas y, de esta manera, fortalecer los procesos de descentralización que involucran a los gobiernos locales y departamentales.
«Existe la necesidad de modificar la Ley del Fonacide en tres etapas. Primero el criterio de distribución; segundo el proceso de descentralización que incorpore a las comunidades educativas y tercero fortalecer los gobiernos locales y departamentales», manifestó.
Insistió en que, como una forma de descentralización, el Estado debe fortalecer las comunidades educativas, dotándolas de los recursos necesarios para el mejoramiento de las escuelas.
«Una y mil veces me tocó visitar instituciones educativas en donde son los padres los que mantienen y sostienen dichas casas de estudio; el Estado debe otorgarles los recursos necesarios para el mantenimiento de esas escuelas «, refirió.
Precariedad de infraestructuras
En otro momento, la Rodríguez cuestionó la baja calidad del gasto en educación y los pobres resultados en materia de inversión en infraestructura edilicia de las instituciones educativas.
Lamentó, además, la poca inversión del Producto Interno Bruto (PIB), en la educación paraguaya. Añadió que de acuerdo a los datos comparativos, en los últimos años se ha registrado, incluso, un retroceso.
«Vivimos una realidad que nos duele y que nos tiene que interpelar y obligar a tomar acciones de manera inmediata. Debemos trabajar sobre el marco que resguarde las condiciones del desarrollo educativo en nuestro país. Los datos de inversión del Paraguay, de su PIB, en el año 1999, indican que se invertía el 5 por ciento mientras que hoy solo se invierte el 3 por ciento», concluyó.