EEUU y varios países condenaron el reconocimiento ruso de las repúblicas separatistas

Nueva York.-El embajador de Ucrania en las Naciones Unidas, Sergiy Kyslytsya, pidió a Rusia «anular su decisión de reconocer» los territorios secesionistas ucranianos, «volver a la mesa de negociaciones» y proceder a un «retiro inmediato y verificable de sus tropas de ocupación».

La ONU y varios miembros del Consejo de Seguridad reunido de urgencia para tratar la situación en Ucrania condenaron la decisión de Rusia de reconocer la independencia de las repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk en el este ucraniano, anunciada horas antes, así como el despliegue de sus tropas en esas zonas.

«Las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania se mantendrán inalteradas, sin importar las declaraciones y los actos de Rusia», declaró el embajador de Ucrania en las Naciones Unidas, Sergiy Kyslytsya.

Kyslytsy pidió a Rusia «anular su decisión de reconocer» los territorios secesionistas ucranianos, «volver a la mesa de negociaciones» y proceder a un «retiro inmediato y verificable de sus tropas de ocupación», según consignó la agencia de noticias AFP.

Que el presidente Vladimir Putin haya hablado de que el despliegue de tropas es una «fuerza de mantenimiento de la paz», para justificar su entrada en los territorios separatistas, es «un sinsentido», dijo por su parte la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.

«Es un sinsentido. Sabemos lo que son realmente», arremetió la diplomática.

La secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, había lamentado más temprano las decisiones y actos de Rusia.

«Las próximas horas y días serán críticos. El riesgo de conflicto mayor es real y debe ser evitado a toda costa», dijo DiCarlo en la reunión convocada principalmente por los occidentales.

Moscú aseguró que no cierra la puerta a la «diplomacia» para resolver la crisis en Ucrania, pero advirtió que impedirá un «baño de sangre» en los territorios separatistas cuya independencia acaba de reconocer, enfatizó el embajador ruso en la ONU, Vassily Nebenzia.

«Seguimos abiertos a la diplomacia para una solución diplomática. Sin embargo, no pretendemos permitir un baño de sangre en el Donbass», declaró.

Varios miembros del Consejo de Seguridad condenaron la decisión rusa, entre ellos Francia, Noruega e Irlanda.

China, segunda potencia mundial, tomó distancia de sus socios al abstenerse de condenar explícitamente a Rusia.

«Pensamos que todos los países deben resolver sus diferencias internacionales por medios pacíficos conforme a los objetivos y principios de la Carta de Naciones Unidas», dijo escuetamente el embajador Zhang Ju.

Para Francia, Rusia «eligió una vía cuestionable y de confrontación», lamentó por su parte el embajador Nicolas de Riviere.

México aseguró que la solución pacífica es el mejor camino para que se solucione el conflicto.

La embajadora permanente alterna de México Alicia Buenrostro pidió que se respete la soberanía, la independencia política y la integridad territorial de Ucrania, al tiempo que recordó que Rusia ya se ha comprometido a no invadir territorio ucraniano, además de expresar su condena por el aumento de la violencia en Ucrania.

El embajador de Albania, Ferit Hoxha, condenó lo que tachó de «ruptura del derecho internacional» y preguntó «¿Quién será el próximo» invadido?.

Su homólogo indio, T.S. Tirumurti, compartió «su profunda preocupación» y pidió «contención de todas las partes», mientras la embajadora británica, Barbara Woodward, exigió a Rusia que «dé un paso atrás», y Brasil demandó un «cese al fuego inmediato» en el este de Ucrania.

Dos decretos del presidente ruso, firmados tras una alocución transmitida en televisión, reconocen las «repúblicas populares» de Donetsk y Lugansk y piden al Ministerio de Defensa que «las fuerzas armadas de Rusia (asuman en esas zonas) las funciones de mantenimiento de la paz».

La ONU consideró esas medidas como una violación de la ley internacional y de los fundamentos de Naciones Unidas.

Donetsk y Lugansk son dos ciudades de la región del Donbass, en el este de Ucrania, limítrofes con Rusia, de mayoría rusoparlante que hace ocho años vienen manteniendo una guerra no declarada con el Gobierno de Kiev en reclamo de separarse de Ucrania.

La situación de las dos ciudades se intentó pacificar y solucionar en 2015 con los Acuerdos firmados en Minsk, Bielorrusia, que incluían darle a la región autonomía de Gobierno y elecciones libres de sus autoridades, pero Ucrania no cumplió con esas exigencias, aún cuando fue uno de los cuatro estados que firmó el pacto, junto con Rusia, Alemania y Francia.Télam.

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