Asunción, Agencia IP.- El ministro de Hacienda, Oscar Llamosas, presentó el proyecto de Presupuesto General de la Nación para el periodo 2023 al Congreso Nacional, para su estudio. El documento fue recibido por el presidente de la Cámara de Senadores, Oscar Salomón. El mismo contempla asignaciones por aproximadamente G. 102,6 billones.
El titular del Fisco entregó este jueves el proyecto de presupuesto para el año que viene acompañado del viceministro de Economía, Iván Hass y del viceministro de Administración Financiera, Marco Elizeche.
En tanto que el presidente del Senado, estuvo acompañado de la vicepresidenta 2ª de la Cámara Alta, Hermelinda Alvarenga y titular de la Comisión de Hacienda y Presupuesto, Miguel Fulgencio.
Posterior al acto, el secretario de Estado ofreció detalles del contenido del documento, resaltando que uno de los objetivos del proyecto es sostener las inversiones en salud, incrementadas durante la pandemia, al igual que el aumento de inversiones en obras públicas y programas sociales.
Indicó que el PGN es una proyección económica, que permite al Estado planificar el financiamiento de sus inversiones y gastos, tomando como base el comportamiento de la economía.
PGN 2023 asciende a un total de G. 102,6 billones
El Presupuesto General de la Nación (PGN) para el ejercicio fiscal 2023, asciende a un total proyectado de G. 102,6 billones (USD 14.454 millones), superior en 6% al Presupuesto inicial del año 2022, lo cual representa el 33% del PIB. De total presupuestado, el 55% corresponde a la Administración Central, mientras que el restante 45% corresponde a las Entidades Descentralizadas.
En cuanto a la recaudación tributaria, se prevé un aumento del 9% con respecto a la estimación de cierre para el 2022, con lo cual la presión tributaria llegaría al 10,4% en el próximo año.
Aumento del déficit fiscal
Si bien el proyecto de Presupuesto cumple con los parámetros establecidos en la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), en el marco del proceso de convergencia gradual luego de los sucesivos choques sufridos, se solicita al Congreso Nacional la suspensión del límite del déficit fiscal y la ampliación del tope al 2,3% del PIB que, en caso de ser aprobado, permitirá el sostenimiento del sistema sanitario ampliado y la continuidad a inversiones públicas estratégicas.
Salud, educación, seguridad e inversiones públicas
Para el año entrante se priorizarán los sectores de salud, educación, inversión física, vivienda, seguridad, lucha contra el crimen organizado y programas de protección social, tales como Adultos Mayores, cuya meta apunta a alcanzar los 300.000 beneficiarios y Tekoporã que tiene previsto beneficiar a 175.000 familias.
Un punto a destacar es el esfuerzo fiscal previsto en este Presupuesto para cumplir con el último tramo del ajuste salarial para alcanzar el Salario Profesional Docente, lo cual implicará una inversión adicional para el sector educativo de 80 millones de dólares. Cabe recordar que con este aumento del 16%, que se realizará en 2 etapas, se logra el compromiso establecido en la Ley del Educador después de 20 años de vigencia. Así mismo, en el presupuesto del MEC se refuerzan otras áreas importantes como el almuerzo y merienda escolar, útiles, textos, profesionales psicólogos, entre otros.
En materia de seguridad, el proyecto del Ejecutivo para el 2023 destina una inversión equivalente a G. 6,2 billones para instituciones como la Policía Nacional, Ministerio de Defensa, SENAD y otras especializadas contra la delincuencia, delitos y el crimen organizado. Con dicha inversión, se pretende alcanzar mayor capacidad operativa, equipamiento, transporte y combustible para hacer frente a estos flagelos.
En cuanto a la obra pública, este Presupuesto apunta a mantener el promedio de inversión de los últimos años, en torno a los USD 1.000 millones, proyectados para la Administración Central, priorizando proyectos estratégicos en infraestructura vial y edilicia, reconversión urbana, vivienda, agua y saneamiento, entre otros. Este aspecto es muy destacable, considerando que venimos en un retroceso gradual de políticas fiscales activas que fueron necesarias implementar para hacer frente a las coyunturas adversas de años anteriores.
En cuanto al sector salud, cabe destacar que para este Presupuesto se destinará más de USD 100 millones adicionales con recursos genuinos del Tesoro para sostener al personal de blanco contratado en pandemia y que ahora ya forma parte del sistema ampliado de salud, sustituyendo a los préstamos que hasta este ejercicio fiscal están siendo utilizados para pagar sus salarios.
Así también se prevén los recursos prioritarios para la provisión de medicamentos, vacunas, insumos, equipos y servicios requeridos por toda la red del sistema de salud. Cabe recordar que el presupuesto de la cartera sanitaria prácticamente se duplicó con relación al presupuesto previo a la Pandemia, hoy el gran desafío es sostenerlo.