El Cabildo entregó obsequio a Kamba’i Echeverría por sus 83 años

Asunción, IP.- Un equipo del Centro Cultural El Cabildo visitó a Efrén Kamba’i Echeverría, el ilustre de la guitarra, para dejarle un obsequio en el día que cumplió 83 años de vida. Nombrado Maestro del Arte en el 2007 por dicho centro cultural, recibió este nuevo cumpleaños en la ciudad de Luque, donde reside, en compañía de su esposa y familia.

Kamba’i aprovechó la ocasión para recordar anécdotas del pasado y compartir su preocupación por algunas circunstancias del presente.

Con sus 83 años, mucho tiempo le robaron los rasgueos y punteos de su guitarra, que de pequeño aprendió a tocar de una manera peculiar que con los años lo haría famoso. De Curuguaty se trasladó a Asunción, en 1960, con la intención de que le pagaran los trabajos realizados en un obraje de su valle natal.

Eso no ocurrió pero con ayuda de amigos y de su guitarra finalmente Efrén se fue radicando en la capital paraguaya. Sobrevivir de la música se le hizo difícil así que se empleó en otras tareas hasta que la edad y la enfermedad lo obligaron a quedarse en casa.

A pesar de eso el testimonio de su arte y talento recorre nuestro país y también el mundo, mérito por el cual fue nombrado Maestro del Arte por el Centro Cultural de la República El Cabildo en el año 2007.

Si bien nunca la tuvo fácil pelear la vida a los 83 años resulta un tanto más difícil. Este cumpleaños lo encontró en una situación complicada debido a la fuerte lluvia que causó daños tanto a la calle de su casa, ubicada en la Primera Compañía de Luque, como a la muralla a la que rebasó el agua, ingresando hasta la misma vivienda del músico.

Con ayuda de amigos la calle como la muralla están siendo reparadas pero Don Efrén sufrió también el perjuicio de no poder recibir las visitas de sus alumnos de guitarra que junto con su pensión, forman parte importante del presupuesto familiar.

Eso es lo que más lamentó su esposa Magdalena Cantero de Echeverría también conocida como “ña Rubia”. “Estamos pasando momentos difíciles porque no vienen más alumnos y esa es nuestra entrada. Tuvimos problemas con la lluvia, ¿no viste la calle cómo está?, acá se llevó todo el empedrado, pasó el agua sobre la muralla, entró todo a la casa muy mal pasamos”, comentó.

Un presente difícil

“Es la primera vez que nos sobrepasó el agua y por eso es que ahora nos están levantando la muralla los amigos, mirá lo alto que está mi casa pero igual nomas entró el agua, muy grande llovió y dicen que va a venir otra lluvia más grande”, afirmó preocupada Ña Rubia.

“Nosotros íbamos a mudarnos ya, pero después no me llamó más la señora, de esos que hacen ayuda social. Ella nos había llamado y dijo que nos iba a llevar hacia Itauguá”, relató, “pero después no llamó más, no sé qué pasó”, agregó.

Don Efrén y doña Rubia viven en compañía de la familia de una de sus dos hijas: “Porque nosotros los dos estamos enfermos, yo tengo osteoporosis y 74 años”, la mención de su edad y la de su esposo la remontó a los 48 años que llevan de casados.

“El 6 de octubre es nuestro aniversario y algo tenemos que hacer, ¿verdad?”, señaló con una sonrisa mientras se dejaba llevar por el relato de su historia de amor con uno de los tesoros vivientes de nuestro país.

“Yo no sé cómo llegué a quererle, porque yo era muy coqueta, tenía 27 años floridos y era de Asunción y el vino de la campaña. No sé si era soldado o policía, no sabía porque su ropa era distinta. Nos conocimos en casa de amigos y no sé qué me habrá dicho porque yo nunca tuve novio”, rememoró.

Un amor en español y guaraní

En ese punto, doña Rubia recordó que se crió con unas españolas que le enseñaron el arte de arreglarse con coquetería y buen gusto. “Yo me crié con españolas y las españolas son muy coquetas, se saben arreglar. Ellas me vestían como ellas querían, él hablaba guaraní y yo castellano, ¿cómo nos entendíamos?, el amor”, suspiró, mientras don Efrén acotaba bajito y con humor que “el amor es ciego”.

Pero doña Rubia no permitió que las picardías de su marido la distrajeran de sus recuerdos: “Tuvimos dos nenas, tuve una a los 33 años y otra a los 42, no tuve luego muchos hijos porque éste era “cabezudito”, músico ipórte pe. Al músico tenés que saber manejarle, por ejemplo, el salía y venía a los tres días mba’e y yo con mucho cariño le recibía, pero que espere nomás la hora del mate, y a esa hora le decía nomás cosas yo, para que le duela luego, ¿entendés? No pelear, le decía bien nomás”, aclaró.

“Que no tiene que ser así y qué se yo, mi papá me enseñaba, él se callaba, luego se vestía y se iba en su trabajo. Eso yo hacía para que se vaya a pensar lo que hizo, ¿entendés?”, añadió.

La mayor de las hijas salió rubia como la mamá y la menor es morena como el papá. “En una revista él dijo que yo tenía lindo cuerpo, lo que sí es que yo a los ocho días ya me fui con él, ¿qué te parece?, pya’e pya’e (rápido, rápido). Catorce años estuvimos en concubinato, hay que conocerse, cada uno con nuestro carácter, yo soy muy buena, me criaron muy bien las españolas, yo les agradezco muchísimo”, afirmó.

“Cuando se fueron a España me entregaron a una señora y después seguí trabajando. También estudié, soy profesional de la cocina, ahora no hago más nada porque perdí un brazo y estoy enferma”, reiteró.

Para las personas interesadas que pudieran acercarse hasta la vivienda, está ubicada en la Primera Compañía de Luque (Gral. Caballero y Tte Gini), para aprender un poco del talento del legendario Kamba’i Echeverría o a los teléfonos 021 640 743 y 0981 601028, un autodidacta que supo redescubrir la guitarra desde su propia visión.

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