Caracas.-Dos negociaciones en paralelo agitan hoy la política de Venezuela . Las reuniones celebradas martes y miércoles en Oslo y las que promueve desde hoy en Caracas el Grupo de Contacto de la Unión Europea (UE) y países de la región avanzan las primeras conversaciones unilaterales entre chavismo y oposición, pero también confirman las enormes diferencias entre ambos bandos.
Tanto Noruega como la UE conocen de cerca los avances en el laberinto venezolano. Desde hace meses, enviados noruegos que intervinieron en el proceso de paz colombiano han viajado a Caracas hasta concretar la reunión de Oslo, en la que participa Stalin González, vicepresidente segundo del Parlamento, que también encabeza los diálogos con el Grupo de Contacto.
El principal obstáculo para el avance en ambas iniciativas es la desconfianza absoluta que el Parlamento democrático mantiene sobre las intenciones del gobierno. El chavismo ha usado tradicionalmente las negociaciones con la oposición para ganar tiempo y para fomentar la división interna entre los distintos partidos de la Unidad Democrática.
En el recuerdo el fracaso de los diálogos de 2016, donde el Vaticano, que ofició de mediador, achacó a Nicolás Maduro el incumplimiento de lo acordado. Otro fiasco histórico, el de Santo Domingo a principios de 2018, impidió a la revolución «blanquear» las elecciones presidenciales de mayo.
Las reuniones suceden además en medio de la nueva embestida revolucionaria contra el Parlamento democrático, que ya suma tres diputados encarcelados, 11 exiliados, ocho escondidos, cinco protegidos en embajadas, tres desincorporados y dos con medidas cautelares. En la lista negra no figura, de momento, Stalin González, pese a que el otro vicepresidente, Edgar Zambrano, ya fue detenido la semana pasada.
