El Papa, la ONU y Europa cuestionan las restricciones migratorias de Austria

Ginebra.-La Comisión Europea (CE), el Papa Francisco y el Secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, mostraron su preocupación por el endurecimiento de las políticas de asilo de Austria, que ayer aprobó una ley para restringir las migraciones y en mayo habilitará un muro de contención en el paso de Brennen, límite con Italia.

Tras legalizar la potestad de declarar un «estado de emergencia» si el número de refugiados se incrementa o rechazar a la mayoría de los solicitantes de asilo directamente en la frontera, Austria quedó en la mira de la comunidad europea y de líderes mundiales.

La dureza con que Austria trata el derecho al asilo afecta el desarrollo del área Schengen (el tratado que regula la libre circulación entre ciudadanos de 26 países europeos), un tema que la Comisión Europea (CE) observó hoy «con gran preocupación», señaló a la prensa la vocera comunitaria Mina Andreeva, según informó la agencia de noticias EFE.

El Ejecutivo comunitario subrayó que «no debería tomarse ninguna medida que pueda afectar la vuelta a un funcionamiento normal del área para fines de año, de acuerdo con la hoja de ruta comunitaria».

Andreeva añadió que la CE está «en contacto con las autoridades austríacas y analizará cualquier medida que adopten desde la perspectiva de la necesidad y la proporcionalidad».

Por su parte, el papa Francisco, que a diario refuerza su oratoria y preocupación sobre la crisis migratoria en Europa, abordó el tema con Ivo Muser, obispo de Bolzano, de la diócesis de Brenner, Italia, y le habló de la «importancia de asistir a los refugiados» y de «la urgencia de ayudar a quien huye», según constó en un breve comunicado.

El encuentro entre los dos religiosos se dio ayer, el mismo día que las autoridades austríacas detallaron el dispositivo de contención migratoria que pretenden instalar en el paso del Brenner, en Italia, donde incrementarán la presencia policial, reforzarán los controles en trenes y autos e instalarán una valla para evitar la entrada de refugiados.

En este lugar alpino, que une ambos países, está prevista la instalación de una barrera metálica móvil que, en caso de necesidad, cortará la ruta para contener el flujo de personas que llegan, en su mayoría, desde el sur de África.

En este escenario, Francisco fue a uno de los puntos centrales de su papado: la crisis humanitaria de los refugiados y remarcó «la urgencia de ayudar a las personas que huyen» en relación a las políticas de Austria, cuyo gobierno ya calculó que 50 inmigrantes cruzan a diario por Brenner y temen que esa cifra aumente si las actuales rutas migratorias se desvían hacia el sur de Italia.

Quien también salió al cruce con la diplomacia esperada fue el secretario general de la ONU, quien mostró hoy en Viena su preocupación por el endurecimiento de las políticas migratorias en algunos países europeos y recordó que esas restricciones vulneran las obligaciones de la legislación internacional.

«Estoy preocupado porque países europeos están adoptando ahora políticas migratorias y de refugiados cada vez más restrictivas», señaló en un discurso en el Parlamento austríaco, que ayer precisamente aprobó la ley para limitar el derecho de asilo, según informó la agencia de noticias DPA.

El secretario general de la ONU recordó que estas políticas afectan negativamente las obligaciones asumidas por los Estados, de acuerdo a la legislación internacional y europea.

«Tenemos la obligación moral, legal y política de ayudar a quienes huyen de la guerra, los abusos de los derechos humanos y la persecución», sentenció Ban en su discurso, en sintonía con el discurso papal.

Pese a aceptar la necesidad de debatir sobre la integración y que la inmigración presenta grandes desafíos, Ban insistió en que la llegada de refugiados es también una fuente de oportunidades.

«Cuando el proceso de llegada está bien gestionado, aceptar a los refugiados es una ganancia para todos. Son personas valientes y con la vista puesta en el futuro. Traen a sus nuevas sociedades habilidades necesarias y energía», aseguró.

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