El Papa pide a los obispos no caer en teorías conspirativas

Roma.-Francisco desarticuló acusaciones de «manipulación» de una comisión clave, fomentadas por medios conservadores.En un fiel reflejo del clima que reina en el sínodo sobre la familia, el Papa les pidió a sus participantes «no caer en teorías conspirativas».

Lo hizo, cuando sorpresivamente tomó la palabra en una significativa intervención que relató a la prensa el padre Federico Lombardi, vocero del Vaticano, que prefirió obviar ese detalle.

En esa ocasión, según se supo, Francisco «pidió no ceder a la hermenéutica conspirativa, que es sociológicamente débil y espiritualmente no ayuda». Lo contó por Twitter el padre jesuita Antonio Spadaro, director de la revista La Civiltà Cattolica, que participa de la asamblea de obispos, y lo confirmaron otros obispos.

«Cuando un grupo grande se junta para discutir cosas importantes, la gente empieza a hacer lobby, incluso si ese grupo es el sínodo mundial de obispos», admitió ayer el arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, en la conferencia de prensa diaria en el Vaticano.

«El Papa nos dijo que deberíamos evitar pensar el uno en el otro como conspirando el uno contra el otro, sino que deberíamos trabajar por la unidad entre los obispos», dijo. «Nunca estuve en una reunión de la Iglesia donde no hubiera grupos que se juntan y hacen lobby para ir en una determinada dirección. Esto sucede cuando seres humanos se juntan.

«No deberíamos estar sorprendidos o escandalizados por ello, siempre y cuando se haga de frente y honestamente», agregó.

Anteayer, el Papa intervino para poner los puntos sobre las íes sobre varias cuestiones, tal como informó LA NACION.

Primero, para recordar las reglas y el funcionamiento del sínodo, ya que muchos habían quedado perplejos tras el informe introductorio del cardenal Peter Erdo, relator general del sínodo, que daba marcha atrás en diversas aperturas del sínodo anterior.

Luego, para reiterar que nunca fue puesta en discusión la doctrina católica sobre el matrimonio. Y, finalmente, para llamar a no reducir el amplio horizonte del sínodo a la cuestión de la comunión a los divorciados vueltos a casar.

Si Francisco habló así y, además, les pidió a los 270 padres sinodales que no cayeran «en teorías conspirativas», no es sólo porque hay grupos conservadores que consideran que con este sínodo se desmoronará la doctrina tradicional católica, que así lo hicieron saber a través de libros, cartas, peticiones y declaraciones.

Según reveló el sitio de la revista jesuita estadounidense America Magazine, el lunes, primer día de debates de la asamblea sinodal, el Papa fue, además, directamente desafiado por el cardenal australiano George Pell, al frente del nuevo dicasterio para asuntos económicos, miembro del denominado grupo de 9 cardenales consultores del Papa y alfil del ala conservadora. En la hora dedicada a las intervenciones libres, Pell cuestionó ante el propio Papa la composición de la comisión para el informe final, que para él no es lo suficientemente «universal».

Nombrada por Francisco a principios de septiembre, la comisión está formada por diez miembros del sínodo de todos los continentes, entre ellos, el arzobispo Víctor Manuel Fernández, rector de la Universidad Católica Argentina. Así como Pell, también First Things, publicación conservadora estadounidense, cuestionó dicha comisión, tachándola de progresista y no firme defensora de las enseñanzas tradicionales de la Iglesia. Y acusó a Francisco de «manipulación». De ahí, probablemente, el llamado a evitar teorías conspirativas.

Mientras ayer los obispos se encontraban reunidos en grupos, en los denominados «círculos menores», el Papa volvió a enviar un mensaje claro.

«Que el entusiasmo de los padres sinodales, animados por el Espíritu Santo, pueda fomentar el impulso de una Iglesia que abandona las viejas redes y vuelve a pescar confiando en la palabra de su Señor», exhortó, al final de su catequesis de la audiencia general de los miércoles, que centró en la importancia del «espíritu familiar» para la Iglesia y para el mundo de hoy.

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