EEUU advirtió que su paciencia con Irán “no es ilimitada” tras ofrecer reunión para tratar el programa nuclear persa

Washionigton.-Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, sostuvo que para el gobierno de Joe Biden “la manera más efectiva de asegurar que Irán nunca pueda adquirir un arma nuclear es a través de la diplomacia”. Sin embargo, Washington exige que Teherán cumpla sus responsabilidades nucleares, antes de levantar las sanciones.

Estados Unidos advirtió que su paciencia con el régimen de Irán “no es ilimitada”, luego de renovar una oferta de conversaciones sobre el programa nuclear persa.

El gobierno de Joe Biden ofreció el 18 de febrero pasado reunirse con Teherán bajo los auspicios de la Unión Europea (UE), en un momento de tensión tras las últimas violaciones del acuerdo nuclear de 2015 por parte de la República Islámica.

“Este es un desafío urgente para nosotros”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en referencia a los pasos que ha dado Irán para dejar de cumplir el acuerdo en protesta por las sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump, luego de que el ex presidente republicano retirara a Estados Unidos del pacto.

“Nuestra paciencia no es ilimitada”, advirtió Price a los periodistas. “Pero sí creemos, y el presidente ha sido claro en esto, que la manera más efectiva de asegurar que Irán nunca pueda adquirir un arma nuclear era a través de la diplomacia. Eso es lo que estamos haciendo ahora”, remarcó.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo, por su parte, que Estados Unidos seguía esperando la respuesta del régimen iraní a la invitación para una reunión.

La República Islámica ha insistido públicamente en su postura de que Estados Unidos tiene que levantar todas las sanciones antes de volver a cumplir sus compromisos nucleares.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) advirtió el martes que Irán está enriqueciendo uranio en mayor cantidad y pureza de la acordada en el pacto nuclear, mientras está ampliando otras capacidades atómicas.

En su más reciente informe sobre Irán, la agencia nuclear de la ONU precisa que la República Islámica dispone actualmente de 2.967,8 kilos de uranio enriquecido (10 veces más de lo permitido), en una pequeña parte (17,6 kilos) con una pureza hasta el 20%.

Los inspectores del OIEA advirtieron además de que Teherán ha aumentado el número de centrifugadoras más modernas y rápidas para producir uranio enriquecido, un material que tiene uso civil, pero también militar, para fabricar bombas.

Concretamente, los iraníes han instalado cascadas con 348 centrifugadoras del tipo IR-2m, aparte de las 5.060 máquinas del tipo IR1 autorizadas por el acuerdo nuclear, conocido como JCPOA, por sus siglas en inglés.

Además, los ingenieros iraníes han seguido adelante con los preparativos de instalar centrifugadoras más avanzadas y rápidas aún, del tipo IR4 e IR6, señaló el OIEA en su informe.

La producción de uranio enriquecido se encuentra en el centro de la disputa nuclear con Irán.

El JCPOA permite enriquecer hasta un 3,67%, pero Irán empezó en 2019 a llegar a una pureza superior a ese nivel, y desde finales del año pasado llega ya hasta cerca del 20%, un paso importante para alcanzar el 80% o 90% necesario para una bomba atómica.

En otro informe emitido el martes por el OIEA, los inspectores denuncian que Irán sigue sin dar explicaciones sobre el origen de partículas atómicas en varios lugares no declarados oficialmente como nucleares hasta ahora.

Según el análisis de la agencia de la ONU, las explicaciones de Irán no son “técnicamente creíbles”, por lo que exigió más precisiones.

Teherán no ha respondido a una carta mandada el pasado 25 de enero exigiendo explicaciones en un período de 15 días ni tampoco a un recordatorio enviado el pasado 10 de febrero.

Ante la ausencia de explicaciones satisfactorias, el OIEA expresó su “profunda preocupación” por la presencia de materiales atómicos en uno de esos lugares no declarados, lo que constituiría una seria violación del acuerdo de salvaguardas (controles) nucleares entre Irán y la ONU.

Irán, por su parte, aseguró que se trata de alegaciones fabricadas por Israel, su principal enemigo.

Los servicios de inteligencia israelíes se hicieron hace unos dos años con un importante archivo sobre las actividades nucleares de Irán y han estado entregando informaciones sobre supuestas intenciones militares del programa nuclear iraní hasta 2003.

Los dos informes del OIEA se emitieron el martes, dos días después de cerrar con Irán un acuerdo interino, con verificaciones e inspecciones más limitadas, durante los próximos tres meses.

Este cambio, negociado por el director general del OIEA, Rafael Grossi, el fin de semana pasado en Teherán, era necesario ante la entrada en vigor el martes de una ley adoptada por el Parlamento iraní que suspende gran parte de las inspecciones internacionales y plantea la producción anual de 120 kilos de uranio al 20%.

Irán pretende presionar así a la nueva administración de Estados Unidos para que levante sus sanciones, sobre todo el embargo de petróleo, antes de integrarse de nuevo en el JCPOA.

El presidente estadounidense, Joe Biden, quiere volver al JCPOA, abandonado por Trump, aunque exige para ello que Irán vuelva a cumplir todas las reglas del pacto.

Ese tratado, firmado por Irán y entonces seis grandes potencias (EEUU, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania) limita sustancialmente el programa nuclear iraní para evitar que la República Islámica pueda hacerse con bombas atómicas.

A cambio, se levantaron las sanciones internacionales contra Irán, aunque Trump volvió a imponer medidas punitivas tras salir del pacto en mayo de 2018.

Mientras, el Reino Unido, Francia y Alemania, las tres potencias europeas del acuerdo, instaron el martes a Irán a que no impida las inspecciones internacionales de sus instalaciones nucleares.

Los ministros de Exteriores de los tres países aseguraron en un comunicado conjunto “lamentar profundamente que Irán haya comenzado, a partir de hoy, a suspender el Protocolo Adicional y las medidas de transparencia” establecidas en el acuerdo nuclear de 2015.

La decisión de Irán es “peligrosa” y supone “una nueva violación” de sus compromisos, pues reduce “significativamente” la capacidad de supervisión del OIEA.

El Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP) es uno de los principales puntos del JCPOA, ya que permite hacer inspecciones sin aviso previo en cualquier instalación civil e militar de Irán.Infobae.

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