Europa aprueba la operación militar contra los traficantes de personas

Bruselas.- La Unión Europea aprobó esta mañana la segunda fase de la operación Eunavfor Med, destinada a luchar militarmente en el Mediterráneo contra las mafias de traficantes de personas.

En la primera fase, que arrancó en junio, sólo se hizo vigilancia aérea y marítima pero no se hizo uso de la fuerza. En esta se tratará de detener a los traficantes de personas con el objetivo de “desmantelar el modelo económico” de las mafias.

La misión sólo actuará en aguas internacionales porque la negativa de Naciones Unidas a aprobarla mediante una resolución hace que el dispositivo europeo no tenga permiso para entrar en aguas de Libia. Rusia y Estados Unidos se negaron a que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara la misión porque consideran que es un error utilizar medios militares para frenar la inmigración aunque Europa lo venda como una misión contra el tráfico de personas.

Una hipotética tercera fase de la misión incluiría la inutilización en sus puertos –por medios militares- de los buques que sirven para llevar a migrantes y refugiados desde Libia hasta Italia, pero para activarla haría falta una petición expresa del gobierno libio o una resolución de Naciones Unidas. El pasado mes de mayo, cuando Europa aprobó la primera fase, el secretario general de Naciones Unidas Bank Ki Moon dijo que “no hay solución militar para la tragedia humana que está sucediendo en el Mediterráneo”.

Eunavfor Med movilizara 11 buques, cinco aviones, drones, helicópteros y submarinos y tendrá su centro de comando en Roma. Durará en principio un año y puede ser prolongada y, como obliga el derecho del mar, rescatará a los barcos de migrantes que corran peligro.

El plan europeo sigue teniendo problemas prácticos. El diario británico “The Guardian” contaba en mayo que los traficantes de personas no suelen viajar en los barcos, que ponen en manos de los propios migrantes después de cobrar varios miles de dólares por cabeza. Algunas ONGs contaban a principios de año que los traficantes cobran hasta 2.500 dólares a los ciudadanos sirios y 1.000 dólares a eritreos, malienses, sudaneses, somalíes o nigerianos.

En lo que va de año, según datos de Naciones Unidas, han muerto 2.860 personas intentando cruzar el Mediterráneo, la mayoría en el trayecto que une Libia e Italia. Bruselas parece seguir pensando que los migrantes y refugiados hacen el viaje hacia Europa porque hay mafias, no que el cierre de las fronteras europeas y la conversión del continente en una fortaleza fomenta a las mafias porque no hay vías legales de entada y ni siquiera de pedir asilo en el caso de los refugiados.

No hay ningún plan para entrar en territorio libio a luchar contra esas mafias. Europa teme que sus tropas podrían recibir respuesta armada. Libia es un caos de dos gobiernos que se disputan la legitimidad de la representación del país, varias guerrillas e incluso miembros del Estado islámico.

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