La Paz.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, negó hoy que su Gobierno busque con una ley que las empresas quebradas sean confiscadas para pasar automáticamente a manos de los sindicatos y aclaró que podrán ser compradas a los empresarios.
Morales dijo en un discurso que es «falso» que confiscar sea la intención del proyecto de ley de Empresas Sociales, que ya ha sido aprobado en la Cámara de Diputados y ha provocado alarma en la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB).
Morales explicó que la idea, a propuesta de los sindicatos fabriles, es que los trabajadores de una empresa con problemas financieros o en quiebra pueden conseguir créditos bancarios para comprar esas unidades productivas a sus dueños.
Agregó que los obreros, que están en riesgo de ser despedidos, pueden crear «una empresa comunitaria, una empresa social, siempre y cuando paguen al empresario al costo» de la compañía.
Morales cuestionó que se interprete la norma como un intento de confiscación de las empresas privadas y comentó que esta madrugada se vio sorprendido por la reacciones del sector en los medios.
La CEPB de Bolivia se declaró en emergencia por ese proyecto de ley que, en su criterio, pone en riesgo la propiedad privada.
El presidente de la CEPB, Ronald Nostas, pidió que el Senado reconsidere varios artículos del proyecto, en particular el 4 y el 7 que, a su juicio, son «medios para confiscar la propiedad privada e inviabilizar la apertura de empresas en el país».
Calificó de «inaceptable» e «irracional» que el artículo 7 del proyecto establezca como causal para arrebatar la propiedad de una empresa la disminución de las actividades productivas o el retraso en el pago de servicios, salarios y aportes a la seguridad social durante tres meses continuos.
El presidente del Senado, José Alberto Gonzáles, anunció a los medios que el tratamiento de la normativa en esa instancia queda en suspenso hasta una reunión con los representantes de la patronal.
Agregó que explicarán que lo que buscan «de ninguna manera reviste un afán confiscatorio» ni es «un intento solapado de avanzar sobre la propiedad privada de manera arbitraria».
Las dos cámaras del parlamento boliviano están controladas por el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales. EFE